Las autoridades educativas tenemos el reto de encontrar nuevas estrategias para retener a los alumnos en las escuelas y brindarles una formación integral. La escuela es un factor de protección; sin embargo, debemos redoblar las acciones para combatir y prevenir las adicciones y los embarazos adolescentes.
Esas acciones no deben ser de manera unilateral. Se requiere el compromiso y la participación activa de la familia, las organizaciones sociales, las instituciones de salud, de desarrollo social y de seguridad pública.
Y esto lo he podido constatar de viva voz en un encuentro que sostuve con cientos de jóvenes del programa Prepa Sí, el cual está por cumplir 10 años brindando estímulos económicos y en especie a estudiantes capitalinos que cursan el nivel medio superior y superior. El apoyo que estos jóvenes han recibido, a través del programa, ha permitido que varios de ellos, decidan no abandonar las aulas.
De acuerdo con datos del Fideicomiso de Educación Garantizada (Fidegar), el Gobierno de la Ciudad de México apoya actualmente a 203 mil 57 estudiantes, y estamos trabajando para elevar esta cifra, porque hemos visto que sí hay resultados. A nivel nacional, 3 de cada 10 jóvenes que están en bachillerato llegan a la universidad, mientras en la CDMX son 6 de cada 10.
Estos avances en educación media superior, consecuencia de las políticas públicas de izquierda, demuestran que los jóvenes necesitan no solo apoyo, sino también ser escuchados, en una dinámica de comunicación franca y directa, que les dé visibilidad y la importancia que merecen, porque son ellos, los jóvenes, una cuarta parte de la población de la CDMX. Es decir, en una ciudad de casi 9 millones de habitantes, poco más de 2 millones son jóvenes.
Su realidad no es sencilla y esto es más visible cuando se señala que de esos más de 2 millones de jóvenes, 13%, sólo en la CDMX, no estudian ni trabajan. Cuando estudios nos revelan que 41% de nuestros estudiantes menores de 18 años consumen tabaco, 68.2% han consumido alcohol y 24.4% ha consumido alguna droga.
De acuerdo con la OCDE, México ocupa el primer lugar, entre los países miembros, en embarazos adolescentes, con 64 casos por cada mil jóvenes, cifra que va en aumento.
Si bien, se han desplegado campañas contra las adicciones y de educación sexual, también es cierto que han pasado décadas de silencio, sobre todo en lo relativo a educación sexual. De acuerdo con la académica Noemí Ehrenfeld, 97% de la población mexicana de entre 12 y 29 años conoce al menos tres métodos anticonceptivos modernos, pero aclara que eso no significa que sepan cómo funcionan o dónde pueden tener acceso a ellos.
Es por eso que en nuestra Ciudad llamamos a las cosas por su nombre, dejando de lado los temas que “incomodan” y que, por silencio, miedo, desidia o falta de interés, se han postergado.
En el “Encuentro de Mujeres Jóvenes Prepa Sí”, anunciamos que a partir de abril se impartirán cursos, para evitar embarazos tempranos y atajar el problema de las adicciones en la Ciudad. Quienes finalicen los cursos recibirán herramientas tecnológicas para un mejor desarrollo en sus estudios.
El programa será voluntario y se impartirá los fines de semana; será organizado por especialistas e impartido por personal capacitado, porque sabemos que informar no es suficiente, son indispensables asesores que sean guías.
Somos responsables de la educación de nuestros niños y jóvenes. Sabemos que la educación es la principal herramienta para transformar nuestro país. Y como parte de esta misión educativa, es nuestro deber reconocer los rezagos y necesidades que persisten en el sector, para darles respuesta inmediata.
No nos vamos a detener hasta brindarles todas las herramientas necesarias, porque en educación no hay gasto sino inversión, y nada es suficiente cuando se trata del presente de los niños y jóvenes, que son el futuro de nuestra ciudad y de nuestro país.
Twitter: @Ale_BarralesM
www.alejandrabarrales.org.mx