Ramiro Ramos fue claro hace unos días al solicitar a las y los diputados que no se politizara la gestión legislativa, aprovechando el periodo electoral que se vive en Tamaulipas.
La presencia de Manlio Fabio Beltrones, presidente del comité nacional del PRI y el candidato de ese partido, Baltazar Hinojosa, durante la ceremonia de imposición de la medalla al mérito al empresario reynosense, Ramiro Garza Cantú, se puede tomar sólo como un acto de adhesión y apoyo a un amigo. Supongo que sí.
Aunque las circunstancias dejan volar la imaginación. Y se recuerda que el ex gobernador Eugenio asiste a las cenas y comidas a favor de Baltazar, pero siempre “sordeado”, dirían los norteños. Su presencia hace levantar la ceja a más de uno, también hay quienes se emocionan pensando que sigue teniendo la mano metida en la administración del estado y eso es favorable para su grupo de compañeros en la política.
Sólo habría que recordar lo que alguna vez escribió Joaquín López Dóriga, que la lealtad hacia lo que antecede, sean personas o formas de gobernar, se va diluyendo conforme el nuevo ungido va bajando el brazo después de tomar protesta en el cargo. Bueno, en caso de que Baltazar gane la elección, si como dice Manlio van por todas las gubernaturas que están en juego en primer domingo de junio.
Y hace semanas admitía que esperan mantenerse gobernados en las nueve, entre ellas Tamaulipas, que es coto tricolor desde tiempos inmemoriales.
El dirigente priista que se descolgó hasta Tamaulipas sólo por estar presente en ese evento, dijo algunas cosas a los periodistas, una de ellas donde admite que “no hay elección fácil en
ninguna parte del mundo”.
Y su rechazo a una posible negociación de la gubernatura, después de que una empresa encuestadora da la delantera al candidato del blanquiazul.
Volviendo al galardonado, cuando dijo su mensaje, corto, pero significativo: “mi pasado es Tamaulipas, mi presente es Tamaulipas, mi futuro seguirá siendo Tamaulipas”.
Esas palabras que no todos los políticos tamaulipecos pueden repetir y que de alguna manera se parecen a las que dijo también este jueves, Gustavo Cárdenas de Movimiento Ciudadano, “soy empresario, invierto en el estado y sigo aquí, porque vivo en Tamaulipas”.
Tras el ambiente enrarecido por la violencia muchos empresarios-políticos dejaron el estado, se llevaron sus capitales a invertir en otros sitios, especialmente en Texas. El mensaje de ambos iba dirigido a ellos.
Pues bien, después de varios intentos, al fin Garza Cantú, quien dice que comenzó administrando un camión, aceptó ir a recibir su medalla al recinto legislativo, que se la tenían guardada desde hace muchos años.
ANIMAL POLÍTICO
El portal con sede en la Ciudad de México sigue presentando reportajes y entrevistas a personas afectadas por la violencia en Tamaulipas, este jueves fue el caso de las desapariciones en San Fernando.
El estigma de esa población seguirá vigente en la memoria colectiva mientras los pasos sigan dando vueltas en círculo, sin resolver las desapariciones de miles de personas oriundas del estado, de otras regiones del país e incluso del extranjero.
A quien le toque gobernar a partir de octubre deberá tener un plan específico para dar respuesta a los cuestionamientos de los familiares de esas personas. Es un tema que no debe soslayarse y sí enfrentarse de manera puntual y profesional.
Hay que empezar a restañar heridas, no importa lo profundas que éstas sean.
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