1.- Quizá usted sea uno de esos jóvenes a los que la vida ha golpeado a puntapiés. A lo mejor su mala estrella lo dejó huérfano desde que apenas guarda memoria. Creció usted, por lo mismo, agusanado en rencores y necesitado de revancha. O sea que la vida, posiblemente, lo noqueó a puñetazos.
2.- ¿Fue usted, desde que recuerda peleonero y rijoso como consecuencia de una vida promiscua en el corazón bandolero del barrio bajo, donde tuvo que imponerse a riñones?. ¿Llegó por lo mismo, a cabecilla de pandilleros, y supo del sadismo de dictar leyes a karatazos?. ¿Fue así, amo del arrabal, como impuso la ley del más gandalla a la hora de la repartición del botín?. ¿En la violación fue usted el primero que rasgaba el espanto de la joven secuestrada en el terreno baldío?.
3.- Posiblemente fue usted el “macizo” de una banda de valedores. De esos “chavos gruesos” que vienen de las sombras, de los rincones obscuros, de los desperdicios y que son como coladera de la sociedad. De esos grupos de jodidos que son una respuesta violenta a la violencia del Estado. Como quien dice sobrevivientes de la represión, la miseria y la insalubridad.
4.- Tal vez ha ensayado el delito del hurto, y le ha encontrado gusto al dinero fácil. Quizá probó como boxeador, karateca, golpeador de chaco y, en pandilla, ha logrado sobrevivir a punta de navaja desvalijando noctámbulos. A lo mejor su gran ilusión es ese asalto, de gente grande, a las cajas de seguridad del banco más billetudo. ¿Fue humillado alguna vez por los caballerangos de los poderosos, golpeado en montón por los guaruras de algún cacique regional?.
5.- Acaso por exceso de droga ha sido internado una y otra vez, y ahí recibió castigo con electrochoques y reclusiones en celdas de alta seguridad. ¿Salió del reclusorio?, ¿supo de castigos corporales?, ¿conoció las vejaciones de los celadores que en usted probaron el predominio de la fuerza bruta?. ¿Quizá llegó usted a imponerse hasta reducir a los abusivos?. O tal vez anda prófugo, tras la muerte alevosa al rival de amores o por alguna disputa familiar por tierras de temporal.
6.- Pudiera ser que lleva varias calaveras en la conciencia, porque ya saboreó la sangre, y como dicen por los ranchos: sólo el primero es difícil, porque ya los demás… como quiera.
7.- Si por toda esa vida de marginado anda usted a estas horas con la rabia en la sangre y la espuma en la boca, buscando el desquite, su gran oportunidad está en las policías de Tamaulipas que siempre se están reorganizando, hay vacantes. Buen salario, capacitación, clases de tiro, patrulla, uniforme, metralleta, botín, impunidad. ¿Se imagina usted que felicidad?.
8.- Si en las policías no la hace, o lo expulsan por “hojaldra” o por pasarse de lanza, entonces puede ascender a la cumbre de los meros picudos. ¡Y todo eso se lo deberá a nuestras grandes corporaciones policiacas, que en la actualidad son las madres de todos los grandes malhechores!.
9.- No hay banco, residencia o botín que se resista a un ex policía. ¡Ánimo valedor!. ¡Aproveche las vacantes y agasájese con salud!.