De un día para otro la elección de Tamaulipas se convirtió en la nota de entrada de los noticieros nacionales y comenzó a acaparar espacios en las portadas y es tema de los columnistas más leídos del país, el motivo ya lo sabemos, a partir de que sin querer queriendo a la contienda se le dio el mote de narcoelección, la de acá atrajo la atención de todos, porque está en el ambiente la idea, de que como dicen los niños del video que se volvió viral hace unas semanas: esto se va a descontrolar.
Así es mis queridos boes, no sé si Manlio Fabio Beltrones, el dirigente nacional del PRI había hecho el cálculo de daños antes de acusar de narcos a los candidatos a alcaldes de su partido que habían anunciado su apoyo a Francisco García Cabeza de Vaca, pero me queda la impresión de que nadie sopesó las posibles reacciones azules, las de los otros partidos y las de la propia opinión pública nacional.
Obvio que habría una respuesta y fue precisamente eso lo que provocó que el debate se convirtiera en la nota de entrada de los noticieros.
En general ya sabemos cómo andan las cosas, de un lado a otro se lanzan acusaciones que tendrían que pasar de los medios a la SEIDO, de la sentencia popular a la de un juez y del castigo con el desprecio público a la purga de condenas, porque no se señalan de mentirosos, de huevones, de raterillos, se están acusando de narcos, de delincuencia organizada.
Y es aquí donde quiero reiterar que cuando los partidos hagan el recuento de los daños y el próximo gobierno, del color que sea, hagan cuentas, nos vamos a sorprender todos, porque limpiar el cochinero tardará años, tal vez más de lo que durará el sexenio cuyo poder se están hoy peleando.
En lo corto, en el contexto de las campañas tampoco parecen haber hecho el corte de caja los partidos, porque por más boletines, eventos, brigadas de impacto, festejos y demás que hagan para promocionar sus propuestas, sus planes de gobierno, la realidad es que desde el fin de semana todo lo que hacen y dicen pasa a segundo o tercer término, porque la guerra sucia, los señalamientos de ‘malos’ son las que están quedando en el consciente colectivo de los tamaulipecos.
Me pregunto si los principales actores políticos estatales involucrados en la guerra de lodo que se observa se han puesto a pensar qué piensan en Yucatán, Nuevo León, Jalisco, la CDMX y más
allá de las fronteras nacionales hacia el norte cuando los escuchan decirse unos a otros que pertenecen a un cártel, que se apoyan en los criminales, que amenazan con levantones y demás.
Sino se lo preguntan habría que decirles a todos que no solo se manchan entre ellos, que agarran parejo con la gente de bien de Tamaulipas, con quienes a diario salen y se parten el hombro para sacar adelante a sus familias y que lo hacen al margen de los grupos delincuenciales.
En verdad que cuando ayer escuchaba los noticieros de Denise Mearker, Pepe Cárdenas, del de Milenio Tv, Radio Fórmula y demás medios electrónicos me quedaba claro que la salpicada es pareja, que el ciudadano común y que los poderosos al escuchar la estridencia de las denuncias, la mayoría bofas, nos pintan como un narcoestado al que no pertenecemos la mayoría de los tamaulipecos.
Sé que es perder el tiempo a estas alturas de la guerra electoral encarnizada que padecemos esperar cordura y serenidad a los partidos, sé que no van a ceder los ataques de todos contra todos, sé que los daños a la imagen de Tamaulipas se van a ir acumulando.
En el guango techo llamado Tamaulipas están ya todos trepados, como en el video de los niños, saltando, gritando, empujándose, todos saben que esto se va a descontrolar, pero como pasó con los chiquillos de las redes nadie se ve dispuesto a dejar de arremeter, pronto muy pronto el techo se caerá y habrá lesionados, tal vez algo más.
Qué pena que la lucha por el poder haya tomado como principal estrategia el golpe bajo, la acusación fácil, la amenaza, el escarnio.
No veo cómo tras el huracán mediático de nota negra que se desató el sábado esta elección pueda volver a su cause original.
Faltan 22 días para que termine la campaña, son muchos si las cosas siguen igual, porque en esas poco más de tres semanas pueden ocurrir cosas peores de las que ya hemos visto, son pocas si es que los partidos deciden volverse responsables y tratar de convencernos de que votemos por ellos por sus propuestas y no porque el contrincante es narco o representa al pasado.
Y claro me pregunto ¿Dónde está Gobernación?, ¿cuál es la postura del INE?, ¿llegará el momento en que las condiciones para salir a votar el 5 de junio no se cumplan?, pero sobre todo ¿dónde estamos los ciudadanos que seguimos pasivos ante un tema que no solo nos debe interesar, sino ocupar?.
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