TAMPICO, Tamaulipas.- Portando orgulloso el uniforme blanco, Iván Osuna Paéz de 23 años de edad fue uno de los jóvenes que se graduó de la Escuela Naútica Mercante de Tampico como piloto naval e integrante de la generación 2012-2016.
Pero no solo festejó su graduación. Este joven celebró que ganó su propia batalla a base de fortaleza interior y de fe. Venció al cáncer y pudo concluir sus estudios, sin esperar que le tuvieran lástima y din dejarse vencer por el miedo.
“Se puede decir que volví a nacer” dice el joven a quien en noviembre del 2015 le fue detectado cáncer testicular lo cual hizo que abandonará la escuela para someterse a una operación quirúrgica y después a dos largos y dolorosos ciclos de quimioterapia.
Los médicos le habían dicho que no podría regresar a estudiar, pero se puso como meta, recuperarse y poder graduarse con sus compañeros con los que inició la carrera de piloto naval.
Esta mañana a nombre de los 68 graduados le tocó dar el discurso de agradecimiento y en donde tras leer un mensaje, con la voz quebrada recordó a uno de sus compañeros Gabriel Villa Castellanos quien estudiaba la carrera de maquinista naval y murió hace dos años.
“Era un gran amigo (Gabriel) y gran persona; cuando enfermó lo apoyamos y estuvimos con él hasta el fina, me di cuenta de que no importa que tan difícil sea la situación, nosotros siempre nos vamos a estar apoyando” refirió.
Después, Iván hizo un pausa y empezó a relatar antes sus compañeros, las autoridades y los familiares de los graduados, teniendo de testigos a sus padres, su propia historia de fortaleza a tan pronta edad.
“Cuando a mi me detectaron cáncer tuve que abandonar la escuela inmediatamente para acudir a las quimioterapias; los doctores me habían dicho que ya no iba poder regresar, pero mis padres y ustedes me dieron su apoyo, estuvieron conmigo en cada momento durante ese período que estuve en rehabilitación ustedes me dieron fuerza para regresar a la escuela y se los agradezco, gracias a eso, estoy aquí” les dijo.
Originario de Mazatlán Sinaloa, Iván relata que cuando le hicieron la biopsia, el tumor que le encontraron resultó maligno y cinco semanas después inició con las quimioterapias.
Fue un largo proceso, ya que tenía que estar aislado del mundo exterior, puesto que el tratamiento reduce las defensas y hasta una una gripa era de riesgo para su vida.
Su tratamiento lo terminó en febrero de este año cuando solo tenía de plazo hasta el mes de marzo para presentarse a la escuela y salvar el semestre.
“Yo no quería que mis compañeros me tuvieran lástima, cuando regresé yo hacía todo y no quería me ayudarán” relata.
Iván señala que se ha recuperado por completo aunque debe estar en vigilancia los próximos cinco años.
Tras graduarse, ahora tienen dos opciones para realizar sus prácticas profesionales, uno en el país en Pemex y otro fuera del país en un crucero las cuales está analizando para ver cual es la mejor y embarcarse.