CIUDAD DE MÉXICO.- Donald Trump no deja que nadie se meta en su camino, ya sean los mexicanos, los escoceses o quien sea. Y si hace falta construye un muro.
En 2006, el magnate visitó Escocia y decidió construir un campo de golf con 36 hoyos, con un lujoso hotel de 450 habitaciones, 950 tiempos compartidos y 500 casas para vender, en Aberdeen.
Pero algo se interpuso en su camino: David Milne.
Este hombre es un vecino de la zona que, para entonces, había vivido durante 20 años en su casa -un edifico construido en el siglo 19 y remodelado posteriormente-, y no estaba dispuesto a venderla, según publicó National Review.
Al republicano esta propiedad -que originalmente había sido una estación de guardacostas- le parecía una visión molesta para el campo de golf en construcción. Pero pronto encontró una solución: construir un muro.
Por lo cual, Trump ordenó edificar una valla rodeando la propiedad de Milne y le envió un recibo, exigiéndole que pagara 4 mil 600 dólares, la mitad del costo total de su construcción.
«No hay manera de que yo vaya a pagar por ese muro. A mí lo que me parece es que se trata de otro intento más de acosarme e intimidarme. Pero no le va a funcionar. No voy a pagar», dijo el vecino al diario escocés Daily Record.
Milne añadió que la reja había sido de un material muy barato y él podría haber conseguido que la construyeran por 1 mil 300 dólares.
