ROMA, Italia.- El Coliseo romano exhibe desde hoy la luminosidad y esplendor originales en su fachada, después de que se haya completado la primera fase del proyecto de restauración de tres años de trabajos, que comenzaron en julio de 2013.
El proyecto está a cargo del Comisariado Delegado Arqueológico de Roma y Ostia Antica, con la supervisión especial del Departamento para los Bienes Arqueológicos de la capital italiana, y cuenta con la financiación de la firma Tod’s.
La conclusión de la primera fase de estos trabajos abarcó las fachadas norte y sur del Anfiteatro Flavio, incluidos los 31 arcos.
En total se trabajó en una superficie de 13,300 metros cuadrados, según cifras de los responsables del proyecto.
Además, en esta primera parte también se ha sustituido el hasta ahora sistema de cierre de los arcos por otros nuevos.
El acto de presentación contó con la asistencia del primer ministro italiano, Matteo Renzi, el ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, y el empresario italiano y director de Tod’s, Diego Della Valle.
La primera fase de restauración del monumento símbolo de Roma contó con técnicas de lavado con agua pulverizada, alternando la acción del vapor del agua y el cepillado con cepillo de sorgo, para eliminar progresivamente los depósitos de suciedad y revelar las grietas del monumento, salvaguardando al mismo tiempo la pátina del tiempo.
Posteriormente, se procedió a la readhesión de las escamas de travertino, mediante mortero de cal e inyecciones de cal hidráulica líquida.
Además, se extrajeron los depósitos invasores de la fachada mediante microchorros de precisión.
También se sustituyó el hasta ahora sistema de cierre por cancelas de hierro forjado.
En total, fueron restaurados 10,150 metros cuadrados de travertino, 1,200 metros cuadrados de cierres, marcos y rejas de hierro, y 81,895 elementos en las fachadas norte y sur.
El proyecto, además de devolverle a este imponente anfiteatro romano su brillo original, permitió descubrir algunos elementos de valor histórico que habían quedado ocultos bajo polvo, guano o tierra acumulados por el tiempo.
Ahora se puede ver un bajorrelieve de 60 centímetros de alto que desvela un gladiador, o filigranas como encajes que se alternan con rosetones en la fachada norte, a lo largo de la cornisa inferior.
Durante la restauración, también se han evidenciado bajorrelieves del año 1300 que representan a Cristo en el altar flanqueado por dos candelabros ardiendo, o clavos de hierro cuya posición y forma son atribuibles a los trabajos de levantamiento arquitectónico efectuados en el siglo XIX.
El Coliseo es uno de los monumentos icónicos de Italia, atrae a numerosos turistas de todas partes del mundo, y por eso el país está determinado a conservarlo y mejorarlo.
La siguiente fase se centrará en la restauración de los pasadizos y bóvedas subterráneas.