19 diciembre, 2025

19 diciembre, 2025

Cuadrante político

El «Mouriño» de Peña Nieto

Cuadrante Político

Entre Mouriño y la señora Vázquez Mota hubo siempre una relación de celos…celos de poder ante el Presidente. Este triángulo azul nació desde que el madrileño fue designado coordinador de la campaña presidencial de Calderón. Para evitar el desgaste de Juan Camilo, FCH lo removió y puso al frente a Josefina.

Eso sucedió a finales del 2005. Ya desde entonces, el futuro jefe del país cuidaba esmeradamente a quien sería su cachorro predilecto en Los Pinos, y posteriormente su malogrado delfín en la sucesión del 2012. Al final, la candidata panista fue dejada sola por su jefe político, y por esa puerta del desdén sexenal, el PRI de Peña Nieto regresó para completar la ruta record del desgaste atestiguada por los ojos del país en solo cuatro años.

Hoy, al igual que su antecesor, el presidente Peña profesa especial simpatía por un joven brillante, que se perfila como su sucesor. Hace algunos meses, todos pensábamos que se trataba de Aurelio Nuño Mayer, el actual  Secretario de Educación, considerado hasta hace poco como uno de los cerebros de la estrategia presidencial, y el más cercano al oído del Príncipe mexiquense, pero ahora sabemos que no es así.

El dueño de una licenciatura en Ciencias Políticas por la Ibero y una maestría en Oxford, ha perdido sus prendas académicas  en la feroz refriega de polvo y sangre librada  por el magisterio insurgente del sureste. Nuño ya forma parte de los mártires ilustres en la sucesión peñista. Pero entonces…¿de quién estamos hablando?  Es obvio que Osorio y Videgaray no califican para este esquema. Y el mismo Meade, con todo y sus 47 años, ya no cabe en semejante retrato hablado.

Pues bien, si analizamos detenidamente, concluimos que el político triunfador de la era peñista, el que se ha llevado la gloria y el que se perfila en su partido, contando no solo con la amistad del Presidente, sino de los nuevos gobernadores panistas del 2016, (más de 19 millones de votos), no es del PRI, sino del PAN, y se llama Ricardo Anaya Cortés.

Es egresado de la Universidad Autónoma de  Querétaro. Tiene una maestría en Derecho  Fiscal y un doctorado en Ciencias Políticas, todas con mención honorífica. El actual  dirigente nacional del PAN tiene apenas 37 años de edad, diez años menos que el actual  secretario de SEDESOL.

Para efectos de la cultura pragmatista que estamos viviendo, en materia de partidos políticos no sería absurdo pensar en que la  excelente relación que actualmente sostiene el Presidente con el llamado Joven maravilla, pudiese derivar en su candidatura presidencial para el 2018.

Se especula que entre Peña Nieto y Anaya  hay grandes afinidades.

Lo cierto es que el gran ganador del 2016 fue el actual dirigente nacional del PAN, un triunfo que en los hechos fue bien visto por el presidente Peña Nieto, quien lejos de sudar o de acongojarse, declaró en una reunión de consejeros bancarios lo siguiente: “La pluralidad, la competencia y la alternancia, son los signos vitales de nuestra democracia”.

A EPN no le sorprendió el mayor derrumbe político del PRI en toda su historia, superior incluso a la del año 2000, cuando perdió por primera vez la Presidencia ante Vicente Fox.

En las entrañas del poder presidencial se sabe que la mayor apuesta sucesoria de Peña  Nieto, no está en el PRI, sino en el PAN. Como en su tiempo, Calderón construyó y cuidó el prometedor proyecto de Mouriño, hoy el Presidente parece llevar de la mano rumbo al poder al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés. “Es su delfín”, murmuran en los altos círculos del sistema.

MONITA Y SU CAMPAÑA CAGUAMERA
El actual Secretario de Finanzas de la Sección XXX, Carlos Aguilar Monita, hace campaña por la máxima dirigencia de la Sección XXX, por la única vía que conoce y que responde cabalmente a su carencia de cultura y de preparación: las parrandas caguameras y las  reuniones chicharroneras. Sus fans del magisterio son tan consistentes como la  chequera de Monita y su disposición para desenfundar la lana para comprar verdaderas montañas de bebidas embriagantes. Todo con cargo al erario sindical.

En suma, la actual jornada de proselitismo  montada por Monita, responde cabalmente al culto de las borracheras y la despolitización, en un momento en que el SNTE en Tamaulipas enfrenta una coyuntura  democrática que podría servir para limpiar de parásitos y vividores al gremio más poderoso  en el estado.

Lamentablemente, no será por ese lado que  la Sección XXX podrá sacudirse de una vez por todas la cultura del clientelismo y la simulación. Las maestras y maestros de  Tamaulipas merecen algo mejor que un discurso trasnochado, que no pasa el examen de laboratorio, por ser muy elevado en triglicéridos y colesterol. ¡Hipp, hipp!

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS