CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La zona dorada de Victoria que representaba la Calle 17, con mansiones y elegantes negocios prósperos, luce en decadencia con casas abandonadas, grafitis y oficinas en renta.
En un recorrido por la avenida, desde el Paseo Méndez hasta el Estadio Marte R. Gómez, se contabilizaron 15 negocios cerrados o abandonados, algunos con anuncios rotos y la contracción dañada.
La mayoría son negocios de comercio y servicios, como imprentas, comida, diseño gráfico, oficinas de gobierno o estacionamientos públicos, incluso algunos ni siquiera cuentan con anuncios debido a que tienen una antigüedad de más de 10 años de abandono.
Entre todos resalta el viejo Cine Alameda, cuyos vidrios están rotos y los muros grafiteados, y la recién clausurada tienda del Issste, así un local grande que se encuentra en la esquina del 17 Abasolo, cuyos ventanales están totalmente rotos.
Respecto a las casas abandonadas, la mayoría se localizan entre la calle Hidalgo y el Paseo Méndez y parecen hechizadas, excepto la casona del 17 Juárez.
Se pueden ver entre sus ventanas rotas habitaciones en penumbra, llenas de basura, vandalizadas y sin muestra de haber sido habitadas en un par de años.
Por otro lado se vieron cinco locales en remodelación y casas que se encuentran en buenas condiciones y en disponibles para inquilinos interesados.
Lamentablemente, en la actualidad el ayuntamiento de Victoria no cuenta con un proyecto para regresarle su gloria a la calle Francisco I. Madero.
Sus años dorados
La alameda se proyectó en 1850 y a sus costados aún prevalecen construcciones de 1923, como el edificio del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, que antes fue la vivienda del Ingeniero Marte R. Gómez cuando era gobernador de Tamaulipas, de 1937 a 1940. Más tarde fue residencia de la familia Hernández Montemayor.
Sobrevive también en la esquina del 17 Juárez, una casa de arquitectura antigua intestada, propiedad de los hermanos Medina, ya en el ocaso de su vida.
En su mayoría, los inmuebles de esta avenida pertenecen a principios del siglo pasado cuando la alameda cambió su nombre a avenida «Francisco I. Madero» y se convirtió en el barrio elegante de las familias bien de Ciudad Victoria.
La alameda de Victoria es cuna de muchas familias de abolengo donde pasaron su infancia personajes de la actualidad como Laura Hernández Montemayor, Tito Reséndez Treviño y hasta el gobernador Egidio Torre Cantú.
«La Alameda era dos calles de tierra, con la acequia en el centro, de lado oriente había otra acequia pequeña, llena de árboles hermosos», dijo la señora Felisa Licona de Higuera, llamada cariñosamente Cucú.
La alameda nacía en el Paseo Méndez, un sitio que creció y reverdeció gracias a la humedad que le propiciaba el San Marcos y al cuidado que le daba un japonés que llegó a Ciudad Victoria en la década de los años 30.
Quienes lo recuerdan, le describen como un sitio verde con loros y un kiosko en el centro al que se podía accesar por unas escaleras de madera, y a su costado había muchas plantas de «Pensamientos».




