En los antiguos y bellos puentes fronterizos, el de Roma; Texas y Miguel Alemán, se llevan las palmas junto al hermoso Puente Viejo de Matamoros, Brownsville, Texas.
Viene a colación porque hoy a las 18:00 horas en el Museo de Historia Regional,
el Dr.Marco A. López Paredes, presenta su libro El Puente Viejo, donde retrata las vivencias de este puente de historia y trabajo, que encaminó rumbos de México y los Estados Unidos, en una historia de dificultades y aciertos que abrieron al mundo del comercio internacional y al trabajo de miles de mexicanos que cruzaron sus esperanzas en el puente Viejo de Matamoros, y dejaron raíces en ambos hemisferios del río Bravo.
Retrata las penurias de los indocumentados, las discriminaciones y el desfogue del sudor de miles de emigrantes que más tarde serían México-norteamericanos que crearon un alma nacional incrustada en la cultura al sur de los Estados Unidos.
López Paredes nos lleva a una iconografía y notas en torno a lo mágico del puente y su papel en la industrialización y por ende, el desarrollo de esa vasta frontera puerta de México.
El Puente Viejo es tan viejo, pero fuerte como el acero y su diseño fue un alarde tecnológico de la época que permitió desplazar sus vías para el paso de los navegantes río arriba hacia las poblaciones que pujantes enriquecieron la economía de la región. Desde el Puerto Bagdad, puerto que nunca debió perder su mágico nombre, hasta los esteros de Nuevo Laredo, el Puente Viejo de Matamoros era la unión de dos naciones de una relación fraternal y compleja que dejó raíces de gloria y de grandeza.
No faltemos esta tarde al Museo de Historia Regional para disfrutar la charla a viva voz del Dr. Marco A. López Paredes sobre la vida y sueños de este puente internacional que ahora es pieza de museo para admiración del mundo.




