Dentro de las muchas frases que tenía de uso común Doña María García, existía una que desde niño me marcó, pues conforme pasaron los años me quedaba más que claro que quien es honesto, no lo es a medias, o lo es o no lo es, sin medias tintas ni cortapisas. Es luz o sombra.
«No hagas cosas buenas que parezcan malas», decía con un tonito que nos dejaba bien en claro que no era regaño, pero con esa voz a media altura que te indicaba que tampoco la tenías muy contenta, que si la vida ya te había dado una lección, ella con su experiencia y una frase común, pero a la vez profunda, te remarcaba que debías aprender a ya no cometer el mismo error, pues siempre he creído que los años no son pretexto de la falta de pericia, inteligencia o inocencia.
Y así era Doña María, quien nació en el rancho La Guayalca y que la vida del campo y la crianza de ocho hijos le hacían forjar frases que su enseñanza era en la experiencia propia, en la vida diaria.
Mujer que tuvo en la vida su mejor escuela y en la familia su mayor éxito, ella fue mi abuela.
Quisiera recordar con mayor claridad alguno de los eventos que hicieron me repitiera esa frase, no dudo que algún pleito con mis hermanos, alguna travesura infantil, alguna anécdota que hoy causa nostalgia.
Pero no cabe duda que las enseñanzas de los sabios perduran para toda la vida y claro, estamos propensos a volver a tropezar para recordarlos.
Esto sirve para enmarcar el daño colateral que aconteció tras la lamentable riña en el Clásico Tamaulipeco, donde está de más decir que hubo errores desde la organización, el staff, la policía estatal y la actitud de los aficionados del Tampico-Madero.
De forma extraoficial se conoció que hubo tres detenidos que supuestamente incurrieron en diversas faltas como alterar el orden público, agresiones y violencia en un espectáculo deportivo, que ante la ley se catalogó como delito impulsada por los legisladores locales, donde se nombra a la tampiqueña Olga Patricia Sosa.
Resultaba curioso que el domingo en redes sociales, la porra H. Terrorizer seguidores de la Jaiba Brava, agradecían la intervención de la diputada local en mención para agilizar la liberación de los detenidos que justamente infringieron una ley que ella vio nacer desde que fue propuesta.
En mi intención por averiguar e inclusive haciendo un juicio previo, en twitter le cuestionó sobre un posible conflicto que generaba el hecho que ella interviniera por los rijosos que quebrantaron la ley que ella misma creó y el Congreso avaló.
En su defensa, la diputada argumentó que su única intervención fue para que los detenidos se pusieran en contacto con su familia y les ayudaran a pagar la multa que alcanzaban y así salir libres; aclaró que no pasó de eso y que por su parte, pese a la liberación la investigación sigue su curso al igual que el proceso jurídico que podría sancionar a los aficionados del TM.
Sostuve una larga charla con la diputada local, se mantuvo firme en su nula intervención jurídica y argumentó que no era su posición litigar ni mucho menos usar influencias para que se liberaran, sólo sirvió de contacto con sus familias.
Con la promesa de una charla más extensa luego de regresar a Tamaulipas tras participar en un simposium en Guadalajara, la puerta quedó abierta entre el reportero y la legisladora.
Lo inevitable será la herida que deja este nuevo hecho de violencia en el clásico y que seguramente arrojará saldo negativo para el 9 de septiembre, donde desde ahorita, le puedo firmar que se prohibirá el acceso a la afición visitante y lo mismo el próximo año cuando Correcaminos pague la vuelta al Estadio Tamaulipas.
¿Qué no se pudo evitar?.
@luisdariovera




