El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Ocultar la verdad se ha convertido en principio institucional. Así parece haberlo decretado el supremo gobierno federal y en el presente sexenio ejemplos sobran, sea que más vale ignorar que perder la felicidad, lo cual bien podría ser equivalente a eso de que “quien no ve, es como el que no siente”. La dicha en México entonces, es intercambiable con la ignorancia y salir de este escenario podría conducir a una crisis de personalidad, si es que no acudimos de inmediato a consultar al psiquiatra o cuando menos al “santero” más próximo a nuestra canasta básica.
En este sentido la república prefiere darle la espalda a la realidad y seguir transcurriendo por los ignotos caminos de la simulación. Lo ultimito tiene que ver con la pobreza donde las autoridades no encuentran forma y manera de convencer que la hodencia ya no existe y si existe nada más es poquito por lo que siendo así, habrá que medirla bajo mecanismos que no comprometan ni echen a perder el discurso de un régimen que no sabemos si va, viene o quedó atorado a medio camino.
No encuentran forma de medirla, digo, por ello la desagradable polémica entre INEGI y CONEVAL cuya conclusión (lo supimos este miércoles), ha sido la de posponer el informe respectivo para presentarlo a la opinión pública “cuando las condiciones sean favorables”, aunque dicho por el director del primero, puede no ser nunca sepamos dónde diablos se escondió la pobreza. Si es que en alguna parte se escondió, si no pssss no.
De manera que sobre México existe un velo de misterio que oculta todo lo que pueda dañar la felicidad y no sabemos si agradecerlo, en el entendido de que el supremo gobierno siempre le apuesta al olvido y la resignación, aunque cuando es menester basta con pedir perdón sobre cuestiones casi borradas debido a la confusión, cuando ya sólo queda el aplauso fácil para una justificación difícil.
En esta ocasión la pobreza está en camino de convertirse sólo en referente de un país al que sólo le faltaba eliminar este obscuro capítulo de su destino para proclamar al mundo el triunfo del neoliberalismo sobre la economía familiar. Decir que los pobres ahora pasan a ser los ricos, es como situar en punto muerto la existencia de 70 millones de mexicas que de pronto son eliminados del muro de las lamentaciones sin excusa ni pretexto. No más quejas, no más dolor, no más sufrimiento porque el INEGI y CONEVAL tuvieron a bien comprar la felicidad para bien de quien la desee disfrutar. Bastará un click para conectarse al mundo desarrollado que sólo esperaba a México para completar su fatal atracción. En concreto, como diría el albañil, “los pobres ya shiiingaron”. Hasta ha de creer.
LA CNTE SE JUEGA TODO
El sector magisterial opuesto a la respectiva reforma acelera lo que podría ser drástica respuesta de parte del gobierno. La CNTE demanda que en una semana las autoridades decidan sobre las exigencias que mantienen cuando menos a cinco estados en alerta. Son tres puntos los más importantes, a saber: la abrogación de la ley sobre reforma educativa, la libertad de los presos políticos derivados del movimiento y detener el despido de maestros por la misma causa.
Una semana es el límite para responder, en caso contrario las movilizaciones se intensificarán al igual que otras acciones complementarias de esta protesta que mantiene semiparalizado el sistema educativo en buena parte del país. ¿Hasta dónde llegará la CNTE?.
En este sentido más de un analista de prestigio nacional sostiene que esto ya no es una protesta sino una rebelión social en la que coinciden todos los aspectos de la problemática que ha hecho del sur-sureste quizá la región más pobre.
Este es el verdadero problema no la intención oficial de apostarle a la resignación y el olvido, estrategia que ahora no le ha funcionado como esperaba y cuidado porque al magisterio también ha llegado a hartazgo y existe tanta convicción que no ha importado el despido masivo, ni el autoritarismo y la represión. Tampoco el encarcelamiento de sus líderes. Y los maestros no paran, siguen, siguen…
SUCEDE QUE
Cierto, existe un movimiento “renovador” hacia el interior del PRI en Tamaulipas donde participan algunos “próceres” que hacen ruido tratando de rescatar de lo perdido, lo que aparezca. No olvidéis que la mayoría son virtuales desempleados. En este sentido la canalla del café opina que debieron rebelarse desde que Manuel Cavazos abrió las puertas de tricolor de par en par a panistas que durante sexenios saborearon las mieles de las nóminas oficiales y algunos mucho más. ¿Sería porque tales “próceres” formaban parte del mismo equipo?. Sólo que por eso haya sido.
Y hasta la próxima.




