BRASILIA, Brasil.- La cuenta atrás para los Juegos Olímpicos está por terminar y, a la par, está cada vez más cerca la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff.
La comisión del Senado encargada de analizar el juicio político en contra de la Mandataria avaló ayer que el proceso pase al pleno. Eso acercó todavía más al borde a Rousseff, quien podría ser destituida este mismo mes.
«(Rousseff) no atentó sólo contra las leyes fiscales y hacendarias, sino contra la honestidad de la administración pública, valiéndose con dolo de la farsa, de un fraude para gobernar. Permitió que estatales y bancos se convulsionaran por financiar su proyecto de poder», acusó el senador socialdemócrata Ricardo Ferraco, uno de los 20 integrantes de la comisión.
La Presidenta, suspendida desde el 12 de mayo pasado, está acusada de maquillar las cuentas públicas para ocultar aparentes gastos excesivos. Habría dilatado el desembolso presupuestario a programas sociales -como la versión brasileña de Oportunidades- y forzado con ello a que bancos públicos lo costearan.
Las denuncias en su contra indican, entonces, que su Gobierno se habría prestado dinero a sí mismo, algo que Rousseff y sus correligionarios y simpatizantes del Partido de los Trabajadores (PT) afirman han hecho muchos otros Presidentes.
Ahora le tocará al pleno del Senado decidir si Rousseff enfrenta un juicio final.
La Cámara alta tiene programado debatir el informe de la comisión especial el próximo martes 9 de agosto.
Si 41 de los 81 senadores avalan en esa jornada que proceda la denuncia -que especifica que Rousseff «atentó contra la constitución»- se programará la votación para cerrar el juicio político o «impeachment».
Rousseff quedará a un paso de ser la primera de los Mandatarios brasileños destituida permanentemente desde el regreso a la democracia, en 1985. Le tocará al Presidente interino y otrora vice Michel Temer ejercería el poder hasta las próximas elecciones, programadas en dos años.
Y todo mientras las miradas del mundo están puestas sobre el país sudamericano, al albergar Río de Janeiro los Juegos Olímpicos.
De hecho, las fechas siendo discutidas para la votación final van desde el 21 de agosto -el día antes de la ceremonia de clausura de la justa deportiva- al 29 de este mes.
Si dos tercios de los legisladores de la Cámara alta votan en contra de la Mandataria, ésta deberá dejar el cargo. El debate al respecto podría durar hasta cinco días.
«El proceso es doloroso para el país, pero nadie debe estar encima de la ley», señaló ayer al diario local O Globo la senadora Ana Amélia, uno de los 14 votos a favor de avanzar el impeachment.




