23 abril, 2025

23 abril, 2025

Fernando Azcárraga, ¿quiere ser naranja?…

El Kiosko

El Partido Revolucionario Institucional se encamina en Tamaulipas hacia una etapa de descomposición y división nunca antes observada.

Más allá de los hilos que en realidad mueven los pataleos y berrinches de la Corriente Crítica, un considerable número de priistas se encuentra al borde de tomar una decisión clave rumbo a la elección de 2018: decirle adiós al PRI.

Así es: algunos integrantes de la elite tricolor, en particular la que reside en la capital del estado, ya entró en franco coqueteo con el gobierno estatal de extracción blanquiazul que tomará posesión el histórico primero de octubre. ‘Los intereses son los intereses’, diría el clásico.

Pero otros militantes del priismo tamaulipeco se sienten atraídos con la posibilidad real de que la izquierda llegue a Los Pinos en dos años más con la figura de Andrés Manuel López Obrador, quien apuesta a que ‘la tercera sea la vencida’.

Se sabe que en distintos puntos del estado los priistas inconformes con el resultado electoral del pasado 5 de junio han sostenido acercamientos con grupos afines al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Las quejas de los tricolores se enfocan en contra del presunto maridaje que mantiene el presidente Enrique Peña Nieto con el ex primer mandatario, el panista Felipe Calderón Hinojosa, en una alianza de facto que busca perpetuar en el poder a la corriente neoliberal-tecnocrática que sigue al pie de la letra las instrucciones dictadas desde los Estados Unidos.

Otros lo ven desde una perspectiva más sencilla, menos compleja, sumamente práctica: el escenario político electoral puede resultar favorable para una alianza de las izquierdas en torno a ‘El Peje’.

En ese contexto se encuentra un personaje que ha hecho historia en Tampico al ser en dos ocasiones presidente municipal: Fernando Azcárraga López.

Líder durante años del denominado ‘Grupo Compacto’, ‘el tampiqueño con ganas’ coquetea una vez más con los partidos políticos de izquierda.

Así es: no es la primera ocasión que Fernando Azcárraga López sostiene acercamientos con la raza que simpatiza con Andrés Manuel López Obrador.

En 2012, el dos veces alcalde de Tampico estuvo a punto de ser candidato de la alianza PRD-PT-MC a senador en Tamaulipas. Sin embargo, el PRI lo designó candidato a la diputación federal por el Octavo Distrito. Todos conocen el final de ese capítulo: fue derrotado en las urnas… pero siempre sospechó -al más puro
estilo lopezobradorista- que se trató de un complot.

Incluso, en la jugada de acercarse a la izquierda a través del PRD se encontraba Gerardo Gómez Ibarra, actual tesorero del Ayuntamiento de Tampico, quien, en ese entonces, era coordinador del Movimiento de Regeneración Nacional en la zona sur de Tamaulipas.

Ahora, en 2016, Fernando Azcárraga ha comenzado a tocar las puertas del Movimiento Ciudadano, el partido del veracruzano Dante Delgado.

Es evidente que el movimiento que realiza ‘el tampiqueño con ganas’ se inscribe en un contexto por demás difícil para Gustavo Cárdenas Gutiérrez, coordinador de la Comisión Operativa Estatal del Movimiento Ciudadano. ¿Aspira el ex alcalde porteño a ser dirigente del MC en el estado? Es una posibilidad.

Entre las jugadas del ajedrez político, tampoco se descarta que Fernando Azcárraga pretenda ir en busca de la candidatura a senador por el partido naranja, organización que apostará, sin duda, a construir una coalición con Morena, PT y los grupos del PRD (como IDN) que simpaticen con ‘El Peje’.

Existe un hecho: un priista reconocido toca a las puertas de la izquierda. Y ojo: no es el único. Los casos pueden comenzar a multiplicarse en el sur, en la zona centro y en la frontera.

El síntoma es real: el PRI de Tamaulipas puede entrar a una cruda etapa de división y descomposición, con la salida de personajes de primer nivel, mientras el escenario político electoral podría configurar una polarización como la que se registró hace diez años, en 2006: el PAN contra una coalición izquierdista encabezada por AMLO.

Y PARA CERRAR…
¿No que no?… Los diputados locales tamaulipecos se presentaron ayer a la sesión extraordinaria del Congreso del Estado y aprobaron 141 cuentas públicas. El pretendido bloqueo ‘chupó faros’.

Por cierto, a Ramiro Ramos Salinas, Jefe de la Junta de Coordinación Política, se le veía serio, adusto, ya no sonrió tanto como en aquella ocasión en que se puso a bailar en el recinto legislativo. ¿Por qué?

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