8 diciembre, 2025

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Son Diputados poco productivos

Los legisladores encontraron la manera de sesionar menos veces y permitirse más inasistencias de lo establecido: temas importantes como el plebiscito y la revocación de mandato quedaron enlatados

La LXII Legislatura terminará este 30 de septiembre, tras 90 días de receso, realizar sólo 126 sesiones ordinarias en mil 65 días, sin una reforma importante que hubiera sido obra plena de los integrantes, y que destacará por haber burlado la normatividad para sesionar menos y permitir inasistencias.

De las iniciativas presentadas por los diferentes partidos, apenas una veintena figuran entre las que son obra de los legisladores, y van directamente a la lista de las que ni siquiera serán analizadas en comisiones antes de entrar a la «congeladora»; las otras iniciativas fueron enviadas por el Poder Ejecutivo, o son leyes o reformas obligadas para adecuar el marco legal local al federal, o iniciativas presentadas en otros congresos por los partidos.

La flor de la legislatura fue una reforma electoral que utilizó como base lo presentado por el PRI, PAN o PRD en el Congreso de la Unión, con base en lo aprobado para el ámbito federal.

Entre lo propio, está la primera “Ley anti Bronco” que se conoció en el País, subiendo al tres por ciento de los electores, de cada una de las secciones, el mínimo de firmas para registrar una candidatura independiente.

La fracción tricolor dejó en el tintero temas como el plebiscito y la revocación de mandato, mientras el retraso en el Congreso federal para promulgar el Sistema Anticorrupción, les impidió políticamente que fuera el actual régimen el que nombrara fiscal Anticorrupción.

En tres periodos ordinarios de sesiones encontraron lagunas de la ley para terminar antes del día fijado y durante un periodo extraordinario la forma de no realizar la sesión semanal de la Comisión Permanente.

El Artículo 44 de la Constitución de Tamaulipas dice que el “Congreso tendrá dos períodos ordinarios de sesiones cada año legislativo: el primero, improrrogable, iniciará el primero de octubre, durando el tiempo necesario para tratar todos los asuntos de su competencia, sin que pueda extenderse más allá del día quince de diciembre; el segundo dará principio el quince de enero y terminará el treinta de junio”.

La primera y segunda temporada ordinaria en el primer año de la legislatura, concluyeron precisamente en los días señalados, pero el primer periodo del segundo año terminó el 12 de diciembre, a tiempo para gozar el puente navideño llamado “Guadalupe Reyes”.

Al no ser específico el artículo, permitía a los diputados votar los asuntos en paquete para irse de vacaciones y no dar tiempo ni siquiera a las iniciativas presentadas en varias sesiones anteriores, cuatro de ellas un día antes del final del periodo.

El 12 de diciembre de 2014 el Congreso de Tamaulipas votó a un ritmo de menos de cuatro minutos por dictamen, un total de 163 asuntos, que incluyeron 146 cuentas públicas cuyos dictámenes habían recibido unos días antes, y entre las que se incluía la del Poder Judicial y la del Congreso.

En 2015, en el segundo periodo de sesiones del segundo año de la Legislatura, los diputados ni siquiera vieron que la fecha límite era el 30 de junio y clausuraron cinco días antes el periodo, a pesar de que legalmente la Comisión Permanente no podría ser instalada sino hasta el 30.

Algunos abogados refieren que al culminar antes la sesión e instalar en la fecha legal a la Permanente, el estado de Tamaulipas se queda varios días sin poder legislativo.

Lo mismo se volvió a hacer para clausurar la primera temporada de sesiones del tercer año de la Legislatura, lo cual se hizo antes que el año anterior, es decir, no el 12 sino el 11 de diciembre, pese a que el 15 fue cuando se instaló la Comisión Permanente.

La Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso de Tamaulipas faculta al Presidente de la Mesa Directiva, para justificar la ausencia hasta en tres ocasiones consecutivas de las sesiones del Pleno en un mismo período ordinario, pero sobran los casos en que se justificaron cuatro o más faltas en un mismo periodo.

Por ejemplo, la diputada Adela Manrique Balderas obtuvo en el último periodo de sesiones del tercer año de la Legislatura, siete permisos justificados de las ocho faltas que tuvo a sesiones ordinarias.

Aunque la Ley que rige al Congreso señala que “la Diputación Permanente deberá celebrar, cuando menos, una sesión semanal, en el Recinto del Congreso”, la última semana de julio y primera de agosto, la LXII Legislatura se dispensó una sesión semanal, para poder gozar de 16 días de vacaciones, y no celebraron sesión.

El pretexto de la Permanente que, debe atender cualquier asunto legislativo urgente que se presente, es que la gente de Servicios Parlamentarios estaba de vacaciones y, no había quien abriera el Congreso.

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