Brasil.- Dilma Rousseff fue destituida como presidenta de Brasil este miércoles 31 de agosto, luego de que el Senado votara 20-61 en su contra por violar leyes fiscales. El vicepresidente Michel Temer tomará el cargo.
Los aliados de Rousseff advirtieron que si es destituida llevarán el caso ante el Tribunal Supremo Federal, la máxima corte del país. Varias mociones en las que se solicitaban interdictos fueron interpuestas ante la corte a lo largo del proceso de juicio político, pero fracasaron.
Rousseff, una ex guerrillera que fue torturada y encarcelada durante la dictadura del país, refuta las acusaciones, afirma que no violó ninguna ley y señala que presidentes anteriores emplearon técnicas contables similares.
El lunes presentó esa defensa ante el Senado, con los argumentos de que se vio obligada a tomar decisiones presupuestarias difíciles ante los menguantes ingresos y la negativa de sus rivales en el Congreso a trabajar con ella.
“Sé que seré juzgada, pero mi conciencia está limpia. No he cometido delito alguno”, declaró a los senadores en un discurso de 30 minutos.
Rousseff tuvo duras palabras para su vicepresidente, Michel Temer, que asumió el cargo cuando ella fue suspendida y terminará su período si el Senado la impugna definitivamente.
Lo llamó un “usurpador” que en mayo nombró un gabinete formado exclusivamente por hombres blancos en un país en el que más de 50% de la población no es de esa raza.
El gabinete instalado por Temer ha recibido fuertes críticas por su falta de diversidad, y tres de sus ministros tuvieron que renunciar menos de un mes después de haber asumido el puesto al ser acusados de corrupción.




