La presencia de Trump fue otra humillación más, ahora avalada desde Los Pinos y al más alto nivel de la tecno burocracia del poder. ¿Qué motivó la invitación de Peña Nieto al republicano émulo de Hitler?. Eso fue lo que millones nos preguntamos desde que se supo la noticia tan sorprendente como muchas de las actitudes del supremo gobierno que parecen no aplicables a la realidad. ¿Habría necesidad de desatar las críticas, el enojo y la indignación dentro y fuera del país, cuando las relaciones con el gringo Obama se encuentran en los mejores términos?. ¿Por qué ofender a su partido, sobre todo a quienes apoyan a Hillary, y a la propia candidata?. Al respecto la Clinton envió un mensaje en redes pidiendo que no olvidáramos los calificativos que Trump aplica a los mexicanos que van desde criminales, drogadictos, estafadores, violadores, ladrones y toda su equivalencia.
Otra humillación digo, porque Donald en plena casa presidencial ratificó la intención de construir el famoso muro en la frontera por el que, según sus reiteradas palabras, tendremos que pagar los mexicas so pena de paralizar las remesas de la chicanada a sus familiares que rebasan y en mucho, las ventas del petróleo al exterior y significan auténtica respiración de boca a boca para las maltrechas finanzas nacionales.
La prepotencia de Trump se manifestó hasta en la conferencia de prensa al final del encuentro con EPN cuando aceptó algunas preguntas pero sólo de periodistas de EU. Sea que no permitió lo cuestionaran reporteros nacionales quienes por razón lógica debieron exigir la explicación de las tantas más cuantas ofensas del empresario metido a político.
En dicho acto observamos a un gobierno mexicano reducido a los caprichos del republicano, tanto que ni siquiera fue capaz de condicionar la participación de la prensa local.
Queda la impresión de que Donald nada más vino a ratificar los cinco puntos en que basa su campaña. Entre ellos su decisión de detener el flujo de migrantes por los medios que sean necesarios, ello por supuesto implica el uso de la violencia, (entre sus locuras ya dijo que estaba dispuesto hasta declarar la guerra a México), además de la construcción del célebre puente. También incluyó la revisión y probable desaparición del Tratado de Libre Comercio “porque le cuesta demasiado a los EUA”.
El escribidor insiste, ¿había necesidad de exponer su gobierno a la crítica EPN?. El razonamiento más simple indicaría que el presidente debió esperar el resultado de las elecciones de noviembre y entonces con conocimiento de causa invitar a quien logre el triunfo. La justificación en labios de EPN señala que dicha invitación se hizo también a la Hillary. Peor aún porque es un desgaste innecesario y no aconsejable en las circunstancias políticas, sociales y económicas que enfrenta la república. En este sentido hay que poner una tacha al supremo gobierno corroborada hasta por el ex presidente Fox que tampoco se explica la presencia del republicano y no se diga por docenas de analistas serios, intelectuales y políticos con suficiente calidad moral para demandar mayor respeto a la dignidad nacional.
El asunto es que en lugar de pedir perdón u ofrecer disculpas Trump se vino a pitorrear del sentimiento patrio. Y ni modo que sea invento.
Sin dinero ni nada que dar…
Contrario a las reiteradas declaraciones de algunos diputados federales del tricolor, entre ellos Edgardo Melhem Salinas, en sentido de gestionar más recursos para el estado, la realidad es que las finanzas nacionales están quebradas y no hay forma ni manera de lograr algo más de lo que se sirva asignar mamá federación lo cual ya sabemos alcanza para maldita la cosa. Y ahora menos con el último recorte anunciado por Hacienda de 300 mil millones de pesos que coloca en calidad de indigente a la república.
Habrá menos dinero para Tamaulipas y por lo tanto escaso margen para que Cabeza de Vaca cumpla algunos de sus propósitos. En este escenario el inminente gobernador tendrá que navegar a contra corriente en busca de lo imposible en considerando que los dipus federales nada, nada, nada, nada, le habrán de apoyar. Que no, que no. ¿Usted cree que al gobernador de otro partido lo ayudarán?. ¡No’mbre!, ya parece.
Así que Cabeza de Vaca tendrá que multiplicarse en busca de recursos sin confiar en los adversarios que desde luego, harán lo posible para que quede mal con los tamaulipecos. Son sus enemigos del PRI que tratarán de rescatar algo de lo perdido el pasado 5 de junio desprestigiando al ejecutivo panista.
De manera que en los afanes de atraer recursos para el estado Cabeza de Vaca navegará solo y hasta pue-que-le resulte porque como luego dicen: “mejor solo que mal acompañado”.
Sucede que
¿Cómo es posible que Heriberto Ruiz Tijerina y Eliseo Castillo formen parte de la “corriente democrática” en el PRI cuando ellos son producto de la humillante costumbre del poder que ahora tiene postrado a su partido?. Nada más es pregunta no ganas de ofender, como dijo aquel.
Y hasta la próxima.
