5 diciembre, 2025

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El viaje del camaleón

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¿Cuál sería el nudo central de la relampagueante visita realizada por DONALD TRUMP al presidente PEÑA NIETO este miércoles?
No, desde luego, el motivo oficial de la excursión que, como sabemos, respondió a una propuesta de diálogo girada a los dos candidatos, HILLARY y DONALD, con el tema de siempre, la agenda bilateral. Tampoco el posicionamiento mexicano que previsiblemente versaría sobre la defensa de los inmigrantes, la validez del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la cooperación en materia de seguridad.

Ni siquiera era de esperarse algún reclamo fuerte, porque PEÑA NIETO estaba obligado a mostrar ponderación, por ser anfitrión y promotor del encuentro.
El verdadero interés giraría en torno a la obvia dificultad del candidato republicano para aterrizar su discurso antimexicano en un entorno mexicano por excelencia. La residencia oficial de Los Pinos.

Convocarlo equivale a decirle que venga, repita y sostenga cara a cara lo que ha venido diciendo por largo tiempo de México, no solo como candidato sino desde sus años previos de magnate extravagante.
 
PRIMERO DE DOS
En la víspera se supo que el gobierno de PEÑA planeó la reunión para después del informe, pero TRUMP lo precipitó, obedeciendo a ese carácter impetuoso que busca encarar cualquier reto a la brevedad posible.

En términos de marketing electoral cabe preguntar qué hubiera sido más conveniente para el hombre del “tupé”. Venir antes o después de su adversaria.
Podría pensarse que quien pega primero pega dos veces. Aunque también es cierto que quien tendrá la última palabra dentro de este affaire mexicano es la señora CLINTON.

Ser el primero significa que DONALD abrió camino sin conocer la estrategia de HILLARY. A la inversa, HILLARY podrá diseñar su mensaje en función de lo que dijo DONALD.

Ser la segunda permitirá a la candidata aterrizar con maletín de doctor, buscando sanar las heridas que su bárbaro antecesor dejó.

El encuentro privado de PEÑA y TRUMP duró una hora. Luego vino el informe a los medios, el mensaje dual. Cero interactividad con reporteros, ninguna pregunta, difícilmente podría decirse que haya sido conferencia de prensa.

Por el bando de casa, la postura no pasó de frases hechas, dictadas por la corrección y no la razón, que no se apartaron ni un milímetro del protocolo y podrían ser pronunciadas para recibir a cualquiera.

El diálogo constructivo que acerca a quienes piensan distinto y permite lograr un mayor entendimiento. Cosas así.

Aunque eso sí, el mexicano sostuvo durante todo el tiempo un rostro hierático, una expresión de pocos amigos. Deliberada acaso, obligada.

DEVANEOS Y MURO
El martes pasado, el periodista mexicano JORGE RAMOS de UNIVISIÓN había declarado a su colega ANDERSON COOPER de CNN sobre el nerviosismo que sobrecoge al candidato republicano cuando interactúa con hispanos.

Dijo RAMOS:
-“Trump is in panic mode when it comes to latinos.”

Esto se comprobó este miércoles cuando el gigantón rubio tomó el micrófono con el águila y la serpiente a sus espaldas.

Voz compungida, rubor intenso en el rostro, TRUMP mostró de inmediato la habilidad del vendedor que adapta su discurso a las expectativas de su audiencia, aunque contradiga posturas anteriores, en otras latitudes, con distinta gente.

El mismo hombre que ante un auditorio blanco y anglosajón vitupera a los mexicanos llamándolos delincuentes, ahora llegó a nuestro vecindario vociferando que los migrantes son gente increíble (“amazing people”), espectacular, trabajadora.

La diferencia fue póstuma. Mientras DONALD aseguró que no hablaron de su prometido muro fronterizo, PEÑA desde Twitter lo desmintió. Desde luego, hablaron del muro y quedó claro que México no lo piensa pagar.

Y aunque quisiéramos, con qué ojos…
 
BUZÓN: lopezarriaga21@gmail.com
WEB: http://vivatamaulipas.blogspot.com

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