7 diciembre, 2025

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“La crisis nacional y la globalización”

Diagnóstico Político

1.- La palabra “globalización” proviene del inglés “globalisation”, y con ella se designa la internacionalización de las economías nacionales, para integrar al mundo en una sola unidad económica y un solo gran mercado financiero, monetario, bursátil y comercial que funcione las 24 horas del día. Esa es la ideología que ha aceptado y postula Enrique Peña Nieto, al cumplir cuatro años de su gobierno.

2.- Este proceso de control económico se ha visto favorecido por los eficientes instrumentos que ha puesto a su servicio la tecnología moderna, tales como la informática, los ordenadores, el manejo electrónico de dinero, el internet y por el auge de los medios de comunicación, el transporte y el turismo internacionales.

3.- La globalización no es un fenómeno nuevo. La actual es la más amplia y profunda que se haya hecho en el curso de la historia, pero en el pasado cada imperio impuso también su propia “globalización de la economía”.

4.- Lo hizo el imperio romano, el británico, el español y todos los imperios. Ellos crearon a su imagen y semejanza, su propio sistema de comercialización internacional.

5.- Por lo tanto, la globalización de hoy no es más que la consecuencia del sistema político que vivimos y que responde a los intereses hegemónicos del imperio de Norteamérica, que se expresan principalmente en la “apertura del mercados” y en el “comercio libre”.

6.- La globalización tiene como elementos clave a la empresa trasnacional, y es global el nuevo espacio que reclaman dichos consorcios, para expandirse más y dominar los mercados de los países débiles.

7.- El espacio planetario de hoy es el equivalente a lo que fue el espacio estatal en los siglos XVIII y XIX, esto es, el escenario de la economía. Sin embargo, la globalización internacional ha significado paradójicamente la fragmentación de los países, por la vía de la profundización de sus diferencias sociales, y la entrega de sus recursos naturales, disfrazada de “reformas estructurales”.

8.- El proceso de globalización ha acentuado terriblemente la brecha entre pobres y ricos. Son pocos los ganadores y muchos los perdedores. Para poder sobrevivir, las empresas de los países pequeños lo primero que hacen es despedir trabajadores, y reajustar trabajadores. Son los trabajadores los que pagan el precio de la apertura de las economías. Este es el signo trágico de la globalización.

9.- En el desarrollo de este proceso, el capital ha encontrado su propia “soberanía”. Es libre de moverse internacionalmente. Elige al Estado en el quiere operar de acuerdo a sus conveniencias, y salta las fronteras nacionales con gran facilidad. En pocos segundos es capaz de transformar su denominación monetaria, y emigrar hacia lugares con mayores posibilidades de ganancias, provocando graves crisis en los países que abandona.

10.- En síntesis, el Estado a perdido el control sobre su economía frente al dominio globalizado del capital y, consecuentemente, su capacidad para diseñar políticas económicas o monetarias independientes. En la globalización, el mercado lo es todo, el Estado no cuenta y el ciudadano es un simple número en las estadísticas.

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