La suerte de Luis Videgaray Caso estaba echada.
Los trastornos ocasionados a la economía por la caída de los precios internacionales del petróleo, la devaluación del peso, las protestas del sector empresarial contra la reforma financiera y los riesgos del elevado endeudamiento contraído por el actual gobierno para enfrentar el problema, tenían con los días contados al Secretario de Hacienda.
La andanada de críticas y la aniquilación de lo poco que le quedaba a la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto a causa de la desafortunada invitación de Donald Trump a Los Pinos, de la que Videgaray habría sido el artífice, fue sólo la gota que derramó el vaso y marcó la salida del responsable de las finanzas del país, que automáticamente ha quedado también fuera de la carrera por la candidatura presidencial del 2018.
Las cosas, hay que aclararlo, sin embargo, no van a mejorar únicamente por el nombramiento del comodín y todólogo del sistema, Juan Antonio Meade Kuribreña. La situación económica y social de México es tan desastrosa que ni llamando a Superman o a cualquiera otro de los superhéroes de la mitología de los filmes y tiras cómicas de gringolandia sacarían al país del enorme hoyando en el que lo tienen postrado, además de la ineptitud de los funcionarios gubernamentales, la corrupción y la impunidad.
El día en que la cacareada cantaleta de que nadie está por encima de la ley sea una realidad, México será otro.
El segundo cambio, obligado por el primero, el de la designación de Luis Enrique Miranda Nava en lugar de Meade en la Secretaría de Desarrollo Social, sucedió sin pena ni gloria.
El que debe de estar inquieto por el relevo en Hacienda, sin embargo, es el aún presidenciable Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El motivo, los rumores de que el inquilino de la casona de Bucarli figura igualmente en la lista de otros presuntos cambios del gabinete presidencial que se ha venido propalando desde hace varias semanas y que el propio EPN se encargó de desmentir la víspera del cuarto informe de gobierno.
Imagínense lo que sucedería si, como algunos especulan en los círculos políticos, el ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, regresara al escenario del gobierno como nuevo titular de la Secretaría encargada del control político del país, actualmente en manos del ex gobernador del Estado de Hidalgo.
O que, como algunos medios informativos anunciaron, Roberto Campa Cifrián relevaría a Osorio, Renato Sales Heredia a Arely Gómez, que asumiría la Secretaría de la Función Pública, en la PGR y que Pedro Joaquín Coldwell dejaría el puesto a Manlio Fabio Beltrones en la Secretaría de Energía.
En asuntos locales, mientras que los alcaldes electos se preparan para asumir las riendas de los municipios tamaulipecos, los regidores electos de representación proporcional ya están listos para rendir la protesta de ley y tomar posesión de los asientos de los próximos ayuntamientos.
Tal es el caso, en el de Tampico, de los panistas a los que, tras de la confirmación de la derrota de Germán Pacheco Díaz, tocará defender la bandera albiceleste a lo largo de la gestión de la alcaldesa Magdalena Peraza Guerra, Teresita de Jesús Sosa Garza, el empresario automotriz José Antonio Heredia Niño, Lizbeth García Aldape, esposa del regidor Lamberto González de la Maza, y Edmundo José Marón Manzur.
A Maribel América Sandoval Morales le tocará hablar a nombre del PRD, Irma Fraga Enríquez, de MORENA) y a Néstor Enrique Luna Ortiz, del Movimiento Ciudadano.
El Partido del Trabajo del puerto jaibo, como ya es costumbre, se quedó de nueva cuenta sin representación en el futuro cuerpo edilicio.
La buena nueva de la semana, por otra parte, fue el merecido otorgamiento de la medalla al mérito “José de Escandón” a la promotora Cultural, Amparo Berumen.
La mala que Tamaulipas se adjudicó otro deshonroso primer lugar, esta vez en materia de desapariciones forzosas. De las 27 mil 887 que corrieron esa infausta suerte, el 20.9 por ciento ocurrieron en nuestro Estado.
jlhbip@hotmail.com
