CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Conocida popularmente por que en ese recinto se celebran las fiestas guadalupanas y por ser ícono religioso de la capital tamaulipeca, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue construida en los años 20 en terrenos donados por don Pedro Sosa Miranda.
1.-Se ubica en la colonia Pedro Sosa, en el lugar conocido por décadas como la barranca del muerto como desagravio a los cuestionamientos que sobre las apariciones de la Guadalupana realizó el primer obispo de ciudad Victoria, Eduardo Sánchez Camacho.
2.- Ante la afrenta realizada por el primer Obispo de Victoria, en el año de 1896 monseñor Filemón Fierro Terán, tercer Obispo de Tamaulipas, pone en marcha la construcción de la iglesia.
3.- Su construcción se concluyó en el año de 1927 bajo el cargo de don José Guadalupe Ortíz trasladó el Obispado a Tampico, don Silvestre C. de León, Vicario General y gobernador de la Sagrada Mitra de Ciudad Victoria.
4.- La explanada del Santuario es el lugar característico para la celebración de la aparición de la Virgen de Tepeyac.
5.- El 22 de enero del año de 1956, el entonces gobernador Terán Zozaya, inaugura la rampa de acceso al Santuario de nuestra Señora de Guadalupe.
6.- Para el 11 de diciembre 1992, un día antes del cumpleaños de la Virgen, es inaugurada la escalinata por el Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, Américo Villarreal Guerra, el gobernador electo Manuel Cavazos Lerma
7.- La edificación de estilo neoclásico popular, concede a Ciudad Victoria el primer y único templo de dos torres, que se observa imponente desde lo alto de la capital.
8.- En un antiguo acceso lateral, tras la nueva explanada, se abrió una gran escalinata que se remata en un pórtico; al iniciar el acceso se encuentra una estupenda escultura de la Virgen de Guadalupe.
9.- Destaca la doble corniza con que se remata el cuerpo principal y los dos cuerpos de las torres, una puerta con arco de medio punto, flanqueada por dos columnas corintias de cada lado, conforman la portada.
10 .- Los revolucionarios usaban esa zona para disparar en contra de los osados que intentaban agredir.