A partir de mañana restan diez días para que finalicen los trabajos el actual Gobierno del Estado, el Congreso de Tamaulipas y sus cuarenta y tres municipios que aún están en funciones para dar paso a las nuevas autoridades que habrán de gobernarnos a partir del sábado uno de octubre, razón por la cual se observa cierta inquietud dentro del aparato administrativo por saber qué suerte van a correr con el nuevo gobierno que llega, quienes serán los nuevos jefes, que trato van a recibir y si habrá cambios o movimientos estructurales o no, el caso es que hay preocupación dentro del mismo y al preguntarles por separado que esperan de la nueva administración pública de plano nos responden que no saben qué va a ocurrir.
Pero esta preocupación también alcanza al comercio y a las organizaciones civiles que por años le han trabajado al gobierno del estado como a los gobiernos
municipales…
Por supuesto que ya nada será igual, pero persiste la esperanza de que con el tiempo las fichas se vayan acomodando, mientras tanto habrá que esperar mínimo tres meses a fin de saber por qué lado masticará la iguana.
Lo anterior, digo, no debe preocupar bastante toda vez que cada tres o seis años sucede lo mismo y hoy no tiene porqué ser la excepción aunque sea un nuevo partido político el que por primera vez llega a la esquina del poder público de Tamaulipas, pues las canicas se irán acomodando solas.
Por supuesto que cada cambio de gobierno trae lo suyo y el que viene no será la excepción, pues la experiencia ya se ha vivido en años anteriores, sobre todo en una décima de municipios del estado donde el Partido Revolucionario Institucional ha dejado de ser gobierno.
Por ejemplo, Llera donde Héctor de la Torre Valenzuela fue impulsado por un partido distinto al PRI llegó a la presidencia municipal en el 2008 y todo mundo pensaba que habría revanchismos políticos, carencia de obra y ausencia de poder; pues no fue así, por el contrario hubo acercamiento con el pueblo, obras espectaculares y buen trato con la prensa e incluso con aquellos partidos políticos que no comulgaban con él recibieron buen trato y respeto del ayuntamiento que encabezó.
Hoy, Héctor de la Torre Valenzuela a partir del uno de octubre será el nuevo alcalde de mi pueblo y ahora si le adornan aparte de su sencillez la experiencia política administrativa que le dieron al haber gobernado mi pueblo durante el trienio 2008-2010, por lo tanto, ya no es nuevo en estas cuestiones, y lo mejor, es que no solo es bien conocido, querido y respetado en el pueblo de mis mayores sino que le entiende a esta tarugada de gobernar un pueblo tan difícil como Llera, pero además lo conocen en los municipios que conforman los distritos local y federal, razón por la cual les digo que ahora sí podrá estar en condiciones de aspirar con un buen margen de ventaja a una diputación local o federal. Rescatar, como luego se dice, la diputación local que hace años tuvo su hermano Pepe, por cierto de muy gratos recuerdos.
En fin, aquí le paramos no vayan a decir por ahí las lenguas de mal filo que estoy vendido, pues ya sabe usted como es la gente.
Caray, ayer nos dimos una vuelta por las oficinas del PRI Estatal y vimos aquello muy solo, caras tristes y solitarias, de tal forma que ya no se paran por ahí aquellos que se dicen o se decían priistas de corazón, pues estos andan, algunos tratando de acercarse al nuevo gobierno y los que por muchos años vivieron del partido tampoco se paran por ahí.
¿Dónde andan o qué está pasando?
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.