MATAMOROS, Tamaulipas.-La madre del joven carretonero que muriera desangrado en una vivienda en el fraccionamiento Fundadores, sospecha que la mujer con la que vivía en unión libre, algo tenga ver con su muerte, ya que prácticamente lo dejó morir cuando su hijo pedía auxilio y en otras ocasiones lo habían mandado golpear.
“La cortada que según se causó mi hijo Martín Chacón Cordoba de 23 años, no se la pudo causar con el vidrio de la ventana como dicen”, expresó la angustiada madre del occiso, Alma Córdoba, con residencia en la colonia Libre Comercio.
Además dice que cuando su hijo se lesionó con el vidrio de la ventana del domicilio ubicado en Ignacio Ayala y Francisco de la Serna, sucedió como a la una de la madrugada y fue hasta las 5 horas cuando dieron parte a la autoridad.
Algunos vecinos que dicen haber oído la alegata, refieren que escucharon claramente cuando Martín pedía auxilio a gritos y la tal Juana Sánchez de 53 años, de oficio cantinera estaba encerrada en su casa y no salió a ayudarlo.
Fue así como el joven perdió demasiada sangre tirado hasta que murió en el patio frontal del domicilio.
También dicen los vecinos que cuando esto sucedió la mujer andaba también bañada en sangre pero cuando llegó la policía a realizar las entrevistas ya se había cambiado de ropa.
Con relación a lo anterior los padres del occiso revelan que su hijo Martín y su pareja, que le dobla la edad, como a las 12 de la noche con 30 minutos, ellos se retiraron de su domicilios y minutos más tarde sucedió eso.
A la señora Alma Córdoba se le hace muy extraño que Juana recibió varios llamadas telefónicas y es cuando le decía a su hijo “vámonos “Negro“ aquel ya está enojado”, por lo que ella desconoce con quién hablaba.
También manifestó la señora que Juana Sánchez trabaja en una cantina de nombre “Charles” ubicada en la colonia Las Américas y que es propiedad de un tal José, al que le dice “yerno”.
Con las lágrimas en su ojos, la señora dolida por la pérdida de uno de sus seres queridos, dijo que dicha mujer tenía amenazado a su hijos y que una vez lo mandó golpear.
La abundante sangre en la puerta del domicilio, en la barda, ventanas y piso, hacen dudar a la señora Alma que su hijo haya muerto desangrados tras cortarse con el cristal.
Para ella alguien le causó algún daño por lo que primero recibirá el cadáver de su vástago para velarlo y darle el último adiós en el panteón.
Después pedirá asesoría legal para presentar una denuncia para que se investigue a fondo la muerte de su hijo ya que presume que lo hayan asesinado.
