7 diciembre, 2025

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Milagroso sacerdote en Argentina

El cura José Gabriel será canonizado el domingo en el Vaticano por haber devuelto la vida a dos niños en estado, prácticamente, vegetativo

CIUDAD DE MÉXICO.- Nicolás Flores era “un niño de trapo” después de un accidente que le dejó graves lesiones cerebrales. Pero a sus 16 años habla y camina, un “milagro” que su familia atribuye al cura Brochero, quien será canonizado por el papa Francisco este domingo en Roma.

“Siento como hormiguitas en la panza cuando toda la gente me va a ver”, dijo el adolescente, quien estará presente en el Vaticano, y dejó atónita a la medicina por haber recuperado el habla y el movimiento, dos facultades que dependen de la parte del cerebro que perdió, el hemisferio izquierdo.

Sus padres, Sandra Violino y Osvaldo Flores, durante toda su vida, fueron devotos de José Gabriel Brochero, “el cura gaucho”. En su santuario se casaron y bautizaron a su único hijo.

De poncho, mate en mano y montado sobre su mula “Malacara”, la réplica de la imagen más emblemática del Cura Brochero llegará a Roma junto a cientos de peregrinos de la provincia argentina de Córdoba. La canonización contará además con la presencia de dos niños argentinos con casos y pronósticos científicos similares.

La relación que establecen los fieles de Brochero con estos milagros tiene su origen con el hecho de que cuando se exhumaron sus restos en 1976, su masa encefálica estaba intacta, 59 años después de su muerte.

El otro caso es el de la niña Camila, de la provincia de San Juan, sufrió a los nueve años (en 2013) una golpiza brutal en su casa que la dejó en coma y con daños cerebrales irreversibles, según los médicos. Mientras su madre y padrastro se responsabilizaban mutuamente del maltrato ante la policía, su abuela pidió por su vida a Brochero.

Sin una explicación científica, Camila se recuperó, dejó atrás la respiración mecánica y ahora lleva una vida normal.

Con información de Excélsior.

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