Dicen que muchas veces el pobre gasta y hasta endeuda a su descendencia aparentando ser rico, mientras que el rico se vuelve más rico aparentando ser pobre y cuando gasta lo hace para hacerse notar.
Exactamente eso le sucedió a México, un país con muchos pobres pero que tuvo la desgracia de tener un presidente feo con ganas desmedidas de hacerse notar, tratando de aparentar, gastó hasta lo que no tenía para que el mundo supiera de su existencia al realizar los juegos olímpicos del 68.
ADOLFO LÓPEZ MATEOS fue quien presentó la iniciativa para la creación del pago de usos vehiculares, la tenencia, como un impuesto temporal para financiar los juegos olímpicos, pero GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, un presidente con alma más fea que su físico la aprovechó y lo peor, el impuesto dejó.
La tenencia es el impuesto más odiado que llegó para quedarse, ya casi 50 años y tal parece que aún no terminamos en México de pagar los dichosos juegos olímpicos del 68.
Aunque la realidad es que muchos gobiernos no han querido quedarse sin el jugoso ingreso por concepto de pago de usos vehiculares, alegando que es para obras y servicios de beneficio colectivo en cada entidad.
Gracias a la buena voluntad e ingenio para obtener recursos de otros rubros en varias entidades como Querétaro, ya ha quedo eliminado ese impuesto vehicular, la tenencia se fue.
Tal parece que ahora le toca el turno a Tamaulipas, que los vientos de cambio traen la intención de arrasar con muchas cosas del pasado, ARTURO SOTO ALEMÁN afirma que la tenencia de que se va se va, y si esta administración logra que se vaya, se estará ganando el agradecimiento de un sector de la población.
La gente que puede adquirir un vehículo nuevo o seminuevo, con agrado recibe la noticia de que se analiza la posibilidad de la eliminación de la tenencia, quitar ese impuesto no es una promesa de campaña.
Siendo honestos, la eliminación de la tenencia, aunque es un impuesto que ya no debería existir en México, no beneficia a la totalidad de la ciudadanía, a la gente que vive en pobreza poco o nada le interesa si se quita o no ese impuesto, pero un sector de la población así lo demandan y hoy las autoridades en Tamaulipas atienden ese clamor y dicen, se hacen ya los análisis correspondientes para que este dolor de cabeza quede eliminado.
Quizá muchos no coincidan conmigo, pero quienes pueden comprarse un auto costoso cuentan con los recursos suficientes para pagar el impuesto, el lujo cuesta, extrañamente la clase pudiente siempre quiere marcar diferencia, hacerse notar, pero cuando se trata de pagar impuestos quieren ser medidos igual que los de menos recursos que ellos.
Por lo tanto es aplaudible que se haga el análisis correspondiente para ver cómo y cuándo se puede ir eliminando la tenencia vehicular, pero también sería bueno que los coches de lujo o súper lujo de los que quieren sentirse diferentes, paguen con el impuesto esa distinción, que se aplique el cobro de acuerdo al costo del automóvil, por ejemplo de 500 mil pesos en adelante, así el golpe a las arcas estatales no sería tan fuerte.
El caso es que hoy la actual administración abre la posibilidad de la eliminación de la tenencia, lo que quiere decir que éstos sí se esmerarán en hacer un análisis detallado de las finanzas y le echarán ingenio para poder lograr el sueño de muchos tamaulipecos, el no pagar ese impuesto.
Quizá no sea a corto plazo, todo proceso lleva su tiempo, pero lo bueno es que hay avance, con lo que también se podría deducir que se tendrá menos corrupción, más supervisión del gasto público y donde aplicarían los recursos, además de cómo bajar apoyos para amortiguar las finanzas toda vez que se deje de percibir el dinero de los pagos de la tenencia.
Una de dos, o los anteriores eran muy corruptos y carentes de imaginación o éstos traen la firme intención de buscar las alternativas que contribuyan al buen desarrollo del Estado y tienen más ingenio y capacidad para bajar recursos de otros lugares y así el Estado no resienta el no percibir lo generado por ese impuesto.
Como dijera FELIPE CALDERÓN, haiga sido como haiga sido la gente ve con muy buenos ojos que la administración actual manifieste la posibilidad de la eliminación de la tenencia, claro, también tenemos que ser pacientes, esto no se dará de la noche a la mañana.
Sería irresponsable dejar de percibir un ingreso sin tener bien protegidas las finanzas estatales para que no se detenga ningún programa de obras y servicios públicos o de asistencia social.
Muchos serían los beneficios que traería la eliminación de la tenencia, se deja de percibir un impuesto sí, pero puede ser más alto el beneficio social, claro siempre y cuando se tenga una buena estrategia de contención.
En fin, la situación es que las autoridades estatales dicen que la tenencia de que se va se va, noticia que la ciudadanía recibe con agrado, claro son muchos los factores que se tienen que analizar previamente para las finanzas estatales amortiguar, la eliminación puede ser paulatina de acuerdo a la recuperación financiera del Estado, que de por si tiene una gran deuda económica heredada que pagar, pero se aplaude la buena voluntad.
Bienvenido el anuncio de que la tenencia de que se va, se va.
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