CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Recostado sobre un charco de su propia sangre, terminó un menor de edad, cuando al ir a bordo de su bicicleta, se atravesó en los carriles de una transitada avenida y acabó siendo embestido por un automóvil que venía a exceso de velocidad.
El golpe fue de tal grado que la cabeza del joven se quedó incrustada por unos segundos en el parabrisas del vehículo.
Los técnicos en urgencias médicas de la Cruz Roja acudieron en punto de las 4 de la tarde del día de ayer, a la Avenida José Sulaimán Chagnón, entre las calles Artículo 32 y Artículo 16, tras recibir el reporte de una persona atropellada.
A su llegada, le brindaron atención pre hospitalaria a Juan Carlos de 16 años de edad, con domicilio en la Avenida Carlos Adrián Avilés de la colonia Liberal.
Este jovencito, sufrió golpes y heridas en la mayor parte de su cuerpo, sin embargo, fue una fractura de tibia y peroné de la pierna derecha, la que le ameritó su traslado al área de urgencias del hospital del Imss donde hasta el día de hoy permanece internado.
De acuerdo a las investigaciones que realizó el perito de Tránsito Local, Sergio Garay Guerrero, el lesionado se dirigía a comprar un pollo asado junto con otro amigo, cada quien a bordo de su bicicleta.
El otro joven explicó que su amigo quiso cruzar la avenida Sulaimán en sentido de poniente a oriente a la altura de donde está la subestación de la CFE.
Agregó que en ese momento fue atropellado por un carro que venía a gran velocidad en sentido de norte a sur.
Se trata de un carro Nissan Sentra, el cual era tripulado por Rolando Salvador Zavala Mancha, de 25 años de edad y con domicilio en la colonia Ampliación Mariano Matamoros.
El automovilista dijo en su declaración que ambos jóvenes venían jugando en sus bicicletas, pero jamás imaginó que uno de ellos se iba atravesar de manera intempestiva en su carril.
Tras el impacto, el menor rebotó contra el parabrisas e hizo un boquete, para después rodar a la superficie de rodamiento.
El mismo chofer del sedán fue quien se encargó de avisar a los paramédicos y las autoridades mediante una llamada al número de emergencias.