Es cierto, el término fue puesto en la opinión pública por el Presidente Enrique Peña Nieto, al que con harta justificación la mayor parte de la sociedad juzga de torpe y otros calificativos peores, también debe ser cierto que no se levanta por las mañanas pensando en que va a joder a México, pero es más cierto que joderlo le sale natural, tiene cuatro años jodiéndonos como Jefe del Ejecutivo, pero en un acto de justicia tendríamos que preguntarnos todos, usted y yo y el resto: ¿qué tanto jodemos todos al país?
Así es mis queridos boes, ¿estamos en realidad libres de culpa, como para acusar solo a Peña Nieto de joder a México?, ¿no habremos sido parte los que joden?, ¿no nos saldrá a usted y a mí también natural joder al país, sin que nos levantemos con esa intención?
Y es que a este México, medrado por todos, me atrevo a decir cada quien de los que tenemos uso de razón, que tenemos una vida ‘productiva’, que formamos parte de los grupos sociales, le arrancamos un pedazo todos los días, por omisión o por comisión.
Pero los mexicanos nos hemos acostumbrado desde hace muchos años a ver la paja en el ojo ajeno y nada más, consideramos hechos de corrupción cuando el otro los comete, pero cuando nos toca protagonizarlos perdemos la memoria.
Porque Joder a México no tiene solo con las reformas estructurales, con el manejo de la economía, con las fallidas estratégicas de seguridad, con la no aplicación de la ley, con el robo a gran escala de los recursos financieros públicos.
México es señalado y no de ahora que Peña Nieto parece el mejor botón de ejemplo de la corrupción, este país se ha ganado a pulso su permanencia en el top de los más corruptos entre los que están en vías de desarrollo desde el siglo pasado.
Porque más allá de que los presidentes, los gobernadores, alcaldes, diputados, secretarios y demás funcionarios de mayor y mediano nivel entran pobres a sus encomiendas y salen con las cuentas bancarias hinchadas, con fincas, carros, aviones y demás frivolidades, los ciudadanos de a pie, los que ponemos a los grandes corruptos para que nos roben, aportamos nuestra cuota de corrupción, esa que también jode a México.
Porque Joder a México implica además la omisión, la apatía y el desdén de todos los que como ciudadanos tenemos la obligación de velar por el bien común; pero incluye la entrega de mordidas, el pago de favores, el tráfico de influencias.
Hagamos un simple acto de contrición, reconozcámonos como parte de los que jodemos a México cotidianamente y dejemos de culpar solo a Peña Nieto, que si bien nos jode a todos de un ‘madrazo’, nosotros con pequeños actos ilegales tal vez lo hagamos peor que él.
Porque nos aferramos a que nuestros hijos estudien en la escuela más ‘nice’ del pueblo y hasta pagamos para que lo anoten en la lista aunque no haya pasado y no viva en la zona, porque le damos 100 pesos al agente de tránsito para que se haga que nos vio violar el reglamento, porque le dimos un billete al agente que tendría que hacernos el examen de manejo para que nos formará el papel y tener sin problema la licencia de conducir, porque buscamos un compadre que nos ayude a que nos condonen el agua, porque le ponemos un diablito al medidor para que registre menos luz, porque compramos boletos en la reventa del fútbol, porque nos robamos el cable, porque usamos ropa de marca con logos piratas y bajamos música que no pagamos, porque buscamos un cuate en el IMSS o en el ISSSTE para brincarnos la lista de espera, no importa que otros pacientes mueran, todo eso también es joder a México.
Porque todo lo que desviamos lo que desviamos poco a poco en impuestos, en derechos de autor, en el robo hormiga de servicios le hace falta al país.
Porque cuando reelegimos a un alcalde que hace tres, seis o más años nos robó, no hizo nada o cometió nepotismo nos convertimos en su cómplice.
Porque cuando vemos a los gobernadores gastar en frivolidades, comprar casas y ranchos y despilfarrar lo que no es de ellos, aprobamos su
corrupción y somos también cómplices por omisión.
Porque una y otra vez hemos votado por los candidatos de los dos o tres partidos que tienen sumido al país en la más vergonzante crisis de credibilidad, financiera y de seguridad luego de la revolución de 1910.
Porque nos pisotean todos los días y nos conforman con una despensa, un baile con el artista de moda gratis.
Jodemos a México por torpes, pendejos es la palabra más correcta, porque solo protestamos en las redes sociales, porque cuando se trata de ir a la calle y mostrar la fuerza de un pueblo que en el Facebook y el Twitter se dicen hasta la madre preferimos quedarnos echados jugando candy Crush o fisgoneando en la red, con el internet que seguro la mayoría le roba al vecino.
Jodemos a México porque no hemos sido capaces de denunciar y llevar hasta las últimas consecuencias las evidentes corruptelas de nuestros gobernantes, sino por el contrario hemos hecho héroes a Geño, a Duarte, a Padres, a Medina… somos pues expertos en conjugar el verbo joder, pobre México, que Dios lo libre de nosotros.
Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com