MATAMOROS, Tamaulipas.- A un mes y medio de que la justicia federal emitió su fallo -mediante un amparo-, en favor de Juan Guerrero Sauceda, es tiempo que la Junta de Conciliación y Arbitraje no ha emitido el laudo correspondiente, que corresponde a la reinstalación o liquidación del ex director de la preparatoria Juan José de la Garza.
El maestro fue destituido, según él mismo lo recordó, “el 30 de junio de 2014 fue cuando nos despidieron, pues ya no nos dejaron entrar a la preparatoria a mi y a otras ocho personas, ya que el patronato alegó que habíamos cometido malos manejos, y hoy se comprobó que no fue así, pues las leyes federales nos están dando la razón”.
Indicó que por medio de un amparo se determinó que el patronato, que fue el que tomó la determinación de destituir de sus cargos a las ocho personas y a él, no tenían la razón, pues nunca pudieron comprobar los supuestos malos manejos que se están alegando en aquel tiempo, hace ya dos años y cinco meses.
Comentó que la protección de la justicia federal se le dio hace un mes y medio, “y es tiempo en que la Junta de Conciliación y Arbitraje de esta ciudad no ha hecho efectivo el laudo, tal vez por la morosidad que existe en estas dependencias, donde incluso hemos sabido hay expedientes de hace cinco años”.
Fueron 26 años los que Guerrero Sauceda estuvo al frente de la preparatoria Juan José de la Garza, de la que el 30 de junio fue destituido, lo que provocó una gran polémica, sobre todo porque algunas personas de su entera confianza, en aquel tiempo le dieron la espalda, con la finalidad de salvar el trabajo que ahí tenían.
Tras el escándalo de la destitución, el maestro ofreció una conferencia de prensa, en donde negó las acusaciones que le estaba haciendo el patronato de la escuela preparatoria, y anunció que emprendería su defensa ante los tribunales correspondientes, por lo que presentó una demanda por desudo injustificado.
Han transcurrido dos años cinco meses de esto, y es tiempo que el caso sigue vigente, pues todo hace indicar que el profesor buscará su reinstalación y, obviamente, que se le paguen los sueldos caídos, al igual que las otras ocho personas que también fueron dadas de baja, o bien, por último, que se le liquide por los 26 años que laboró en la preparatoria.