Donald Trump toma la delantera al ganar Ohio y mantiene una ventaja muy estrecha en varios estados decisivos, entre ellos Florida y Carolina del Norte, lo cual otorga al candidato republicano la posibilidad de ganar. Solo queda ver si puede derrotar a Hillary Clinton en uno de los bastiones democráticos que hasta hace poco parecía seguro para la candidata demócrata.
Mientras avanzaba la noche del martes, los asesores de campaña de Clinton miraban con angustia cómo su amplia delantera, según las encuestas durante muchos meses, parecía evaporarse durante el recuento de los votos. A las 22:00, Trump se aferraba a ventajas mínimas en Florida, Carolina del Norte, Michigan y Wisconsin.
La posibilidad de que Trump gane la presidencia provocó una reacción en cadena en todo el mundo: los mercados financieros en el extranjero se derrumbaron a medida que las cadenas de televisión estadounidenses plantearon la perspectiva de que Clinton pudiese perder. Los mercados asiáticos operaban en cifras considerablemente bajas, y en Estados Unidos, los futuros de Dow Jones cayeron hasta 600 puntos en las transacciones después del cierre.
Los márgenes de voto que separan a Donald Trump y Hillary Clinton siguen siendo muy estrechos en una serie de estados decisivos que determinarán el resultado de la contienda presidencial, en la que están quedando en evidencia las profundas fracturas políticas que se han generado en Estados Unidos.
En Florida, Trump lideraba entre los electores blancos, incluyendo a aquellos con título universitario, mientras que Clinton contaba con el apoyo de los electores que no eran blancos. Casi cuatro de cada diez electores de Florida en la elección del martes no eran blancos y representaban a más de la mitad de los que respaldaban a Clinton en ese estado.
En Carolina del Norte, las encuestas de salida reflejaron un electorado similar al que acudió a las urnas hace cuatro años, lo cual tal vez aumentó las esperanzas de Clinton de ganar.
Los dos candidatos hicieron una fuerte campaña en Virginia, donde todavía es demasiado pronto para determinar a un ganador. En Georgia, un estado sureño donde los demócratas han expresado esperanzas de una victoria sorpresa, la carrera también pareció demasiado reñida para proclamar un vencedor poco después de que se cerraron las votaciones. Los resultados tempranos también sugieren una contienda cerrada en Pensilvania, Ohio y Michigan.