Desde que Margarita Zavala dio a conocer que buscaría la candidatura presidencial del 2018 los panistas trataron de vender a la opinión pública que la ex primera dama era la Hillary Clinton mexicana, convencidos de que el eventual triunfo de la estadounidense provocaría un efecto favorable a la aspirante de Acción Nacional en la disputa del gobierno de México.
Como parte de esa idea la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa asistió, invitada por el equipo de campaña de la abanderada Demócrata, a la convención del 28 de julio del Wels Fargo Center de Filadelfia en la que la señora Clinton aceptó la candidatura.
En alguna ocasión, además, Zavala se presentó a un acto del Senado de la República vistiendo una playera que portaba una leyenda a favor de la ex secretaría de Estado de los Estados Unidos, que fue criticado en las redes sociales y constantemente Margarita elogió a la candidata demócrata a la que vaticino un rotundo triunfo electoral.
Aquí en Tamaulipas, durante un acto de apoyo a la actual alcaldesa de Reynosa, Maky Ortiz Domínguez, Margarita declaró que Hillary era lo mejor para México y para los Estados Unidos.
Aunque para los especialistas de la Universidad Iberoamericana, como el catedrático Miguel Calderón Chelius, por más que los panistas quieran vender a Margarita como Hillary, la política mexicana jamás sostendrá ni de cerca la ideología progresista de la norteamericana, como apoyar el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo como lo ha hecho la esposa de Bill Clinton.
Lamentablemente para la panista, la candidata presidencial del partido demócrata fue aplastada el martes por el republicano Donald Trump, descalabro que ahora se ha vuelto contra el proyecto de la señora Zavala de Calderón y la promoción de que la “Zavala es la Hillary de México” que se pregonaba antes por todos los medios, producirá un efecto político negativo para las pretensiones presidenciales de la aspirante del PAN que podría incluso costarle la postulación.
Si en gringolandia los votantes rechazaron encomendar el gobierno a una mujer, en México podría ocurrir lo mismo, ese sería el mensaje.
¿Qué harán ahora los asesores de MZ para atenuar el impacto adverso de la elección estadounidense? No tenemos idea, pero como todos aquellos que levantaron la voz contra el discurso de odio del magnate inmobiliario, la panista le apostó a la marca equivocada y ahora pagará las consecuencias.
Obviamente, los que deben de estar de plácemes por este motivo son el dirigente nacional del partido político albiceleste, Ricardo Anaya Cortés, quien forcejea fuertemente con Margarita la postulación que le permita disputar el cargo del presidente Enrique Peña Nieto dentro de dos años.
Afuera del PAN, otro de los que deben de estar contentos por lo sucedido a la Zavala es el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien la victoria de Trump abre un escenario favorable a sus aspiraciones presidenciales.
Al PRI, en cambio, con Hillary o con Mr. Donald, le irá igual. La falta de resultados del gobierno de EPN en materia de seguridad, pero sobre todo por los escándalos de corrupción e impunidad y que hayan dejado fugarse al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, ha acrecentado el malestar social que, sin duda, se reflejará en contra del ex invencible en las urnas.
Mientras tanto, los que parece que no aprendieron la lección del rechazo a que dio pie la visita de Trump a los Pinos, son los senadores. Ayer formularon una invitación al ahora presidente electo de los EE. U., para que asista a una reunión de trabajo del cuerpo legislativo para fortalecer la relación biliteral, comercial y de respeto entre ambos países. ¿Será, acaso, para aplaudirle la serie de insultos que ha proferido contra los mexicanos, las amenazas de que construirá un muro que pagaría el gobierno mexicano y la suspensión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el TLCAN?
Antes de concluir, de última hora nos informan que en 10 días vendrá a Tamaulipas el delegado del CEN con la terna de los presuntos, entre los que figurarían Alejandro Guevara Cobos, Manuel Muñoz Cano y un tercero cuyo nombre se desconoce, del que saldrá el sucesor de Rafael González Benavides en la cúpula estatal del Revolucionario Institucional.
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