CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En los últimos doce años de vida, varios abuelos ingresaron al espacio laboral creado para ellos en los centros comerciales.
Ahora suman un ejército de casi 40 cabecitas blancas apoyando las labores de paquetería en cada uno de los 11 centros comerciales de la ciudad. El sistema DIF beca además a 200 abuelos en diversas instituciones de gobierno como Zoo Abuelos, apoyando las actividades del Zoológico de Tamatán o como guardias en
diversos recintos culturales.
«Venir a trabajar aquí, significa trabajar al menos para comer. Tuve muchos trabajos, también albañil, por mis hijos tengo el Seguro Social. Sólo vivo yo, mi esposa falleció hace tres años y fue por ella que yo llegué a trabajar aquí», dice don Francisco luego de tomar un descanso tras las cuatro horas de pie que ha completado empacando los productos del consumidor.
Don Francisco no tiene pensión, jubilación o algún otro ingreso que pueda otorgarle sustento.
Su día inicia a las 7:30 de la mañana. Su complexión es fuerte y tiene 12 años laborando. Sabe que este podría ser su último trabajo, porque ha visto la partida de varios compañeros de oficio y ya en el ocaso de la vida, hablar del tema no es tabú.
«Luego de ser albañil, este trabajo es lo mejor, si llueve no nos mojamos, estamos calientitos; si hace calor, aquí tenemos clima y lo más difícil podría ser aguantar la jornada de cuatro horas parados. Pero aquí nos ayudamos con algún compañero y mientras uno descansa el otro le sigue».
Los niños poco a poco se desplazan del oficio, cada vez son más los abuelos trabajadores y menos los niños «cerillitos».
«Yo me atiendo solo, me hago la comida, me lavo y descanso los viernes y sábados. Yo sí descanso, hay otros compañeros que aunque descansen se vienen a trabajar porque no les gusta estar en su casa o quieren sacar algo más. Yo creo que para mí solo con esto tengo».
Los abuelos trabajadores acuden a los centros comerciales y también hacen lazos de amistad. Se incorporan a nuevos espacios y descubren para sí mismos nuevas facetas.
Así le ocurrió a doña Virginia, que tiene 82 años de edad y cerca de 14 años trabajando.
«Yo tuve 12 hijos, nietos tengo un chorro. Mi señor, Margarito, se me fue para arriba. Pienso mucho en él. Cuando descanso en viernes y sábado se me hacen los días eternos, porque me la paso piense y piense».
Ser paquetera es el primer trabajo de doña Virginia, asegura que desde los trece años que se enamoró de don Margarito ya no tuvo tiempo para nada más que amarlo y cuidar de su familia.
Ahora que él no está ella misma por necesidad ha encontrado esta forma de sustento.
«Llegué por casualidad, creo que era la esposa del gobernador la que nos invitó. Ella preguntó que quien quería trabajar y yo levanté la mano, desde entonces estoy trabajando. Ya ve por necesidad».
los datos
Cabecitas blancas
250,000 abuelos registrados en Tamaulipas
20,000 atendidos en el Sistema DIF
2,000 abuelos atendidos en Victoria
3,500 abuelos trabajando como empacadores en Tamaulipas
200 becados a través de Gobierno del Estado con 1 mil 600 pesos bimestrales
118 abuelos activos en el programa «Adultos Plenos » en Victoria
Datos del Sistema DIF 2016




