Cuando estalló el escándalo de Javier Duarte, gobernador prófugo de Veracruz, la dirigencia nacional del PRI intentó a toda costa y logró emparejar el tema con el del ex gobernador panista Guillermo Padrés, corrupto por corrupto parecía era la premisa, hoy uno cumple 6 días detenido y podría incluso salir bajo fianza tras entregarse voluntariamente; el otro, el ‘pez más gordo’ sigue huyendo mientras todos los días nos sorprende el monto de lo robado al pueblo jarocho.
Así es mis queridos boes, hoy Enrique Ochoa Reza no parece estar dispuesto a emparejar los cartones, porque mientras el panista fue y se puso en las manos de la justicia, al del PRI parece que los suyos lo protegen, le esconden, le alcahuetean.
El colmo fue cuando este lunes en una carta Javier Duarte le comunicó al Congreso de Veracruz que daba por terminada su licencia y que regresaría a gobernar, misma que ocasionó el enojo de la oposición y el rubor de los priistas, porque al menos entienden que si bien se puede ser puerco, pero no abusar de trompudos.
Hoy en el PRI de Ochoa Reza, de Duarte y Peña Nieto, hay al menos media docena de gobernadores y ex gobernadores señalados por sus evidentes actos de corrupción, enriquecidos gracias a las arcas públicas, bondadosos con sus familiares y amigos a los que repartieron lo que era del pueblo y tan descarados que buena parte de ellos se placea sin mayor pena por los territorios que exprimieron al amparo de una justicia torcida y la pasividad de los ciudadanos que protestan, maldicen, amenazan en las redes sociales, pero que no pasan de ahí.
Ayer por ejemplo nos enteramos que tal vez Javier Duarte no sea el peor de los ex gobernadores priistas, que seguramente sus desvíos que la Auditoría Superior de la Federación había catalogado de históricos, porque Roberto Borge, otro de los gobernadores que presumía Peña Nieto como la nueva generación tricolor, vendió millones de metros cuadrados de terrenos en reservas territoriales de Quintana Roo a precios de risa de entre 100 y 150 pesos el metro, cuando en dichas zonas se comercializa a por lo menos 2 mil 500 el metro.
Obviamente no le vendió a pobres colonos o menesterosos, sino que les ‘regaló’ decenas de hectáreas en el paraíso del Caribe mexicano a sus familiares y amigos.
Por eso el quebranto de Borge podría ser mucho mayor que el del impresentable goleador de Veracruz.
Creo que cuando se le rasque más al tema de Quintana Roo van a comenzar a salir nombres de algunos conocidos de nuestra patria chica; sí de Tamaulipas, cuestión de recordar que muchos de nuestros ex funcionarios estatales se fueron a trabajar, a hacer negocios, a invertir o simplemente a esconderse a los dominios de Borge.
No exagero, uno de los ex gobernadores sentó sus reales allá, Alejandro Jiménez por ejemplo, era secretario de administración y tesorero hace como 7 años acá, se fue con todo su guardadito a Quintana Roo donde dicen que hasta le ha rendido mucho más.
Pero bueno, esperemos que sea la presión de los medios la que revele hasta dónde están metidos nuestros paisanos allá.
El tema era el de los ex gobernadores tricolores que andan huyendo, anoten al otro Duarte, a César el de Chihuahua, que hasta se dio el lujo de crear un banco propio porque ya no había donde guardar sus ‘ganancias’ de tantas que eran.
La lista tal vez la inició con Rodrigo Medina, que de Nuevo León salió hinchado de lana, decenas de mansiones, predios en Estados Unidos y hasta familia multimillonaria.
Pronto, cuando se acerque la elección del año que entra, la oposición aportará otro nombre: Gabino Cué, perredista que fue apoyado también por el PAN para que ganara Oaxaca y que también es señalado por su riqueza que difícilmente podrá explicar.
De los de nosotros los tamaulipecos, ya ni repito lo de siempre, por cierto a los dos anteriores a Egidio Torre ya les retiraron la custodia, reveló anoche el procurador Irving Barrios, misma que nos costaba como medio millón por cada uno al mes.
El asunto es que no veo a la dirigencia del PRI exhortando a que sus chicos se entreguen, no se ve a la ciudadanía presionando para que así sea y con la tibieza del pueblo esos casos se enfrían, se repiten y nos muestran como el pueblo torpe, dejado y sumiso que a pulso nos hemos ganado como calificativo.
Victoria, un paciente grave…
Ayer el alcalde priista de Victoria Óscar Almaraz Smer no le dio más vueltas al asunto, lo resumió con pelos y señales, la capital de Tamaulipas es en el tema de los servicios públicos un paciente que requiere terapia intensiva.
Unas 29 mil lámparas del alumbrado público no sirven, no hay forma de levantar y trasladar al relleno sanitario a unas 170 toneladas de basura al día, de las 370 que se producen a diario, no hay más que chatarra por patrullas y el parque vehicular para servicios está peor.
Por eso ayer en el Cabildo se tomaron medidas urgentes, se acordó la compra de 70 unidades especializadas para servicios públicos y la seguridad.
La licitación que se lanza establece: 25 camiones recolectores compactadores de basura, 20 vehículos patrullas, 5 tractores de jardinería y 20 camionetas.
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