Tamaulipas tiene un Congreso sui generis. Prácticamente no analiza ni genera leyes, pero a cambio hasta ahora es un luminoso catálogo de buenas intenciones y un pródigo distribuidor de exhortos.
Le diré el porqué de esta percepción personal.
En el mes y medio que la actual legislatura tiene operando, conforme a los comunicados liberados, sólo ha recibido cuatro iniciativas destinadas más al manejo mediático que a un real impacto social.
Una de ellas es sobre desarrollo de niños, niñas y adolescentes; otra para contribuir a garantizar un ambiente sano; una más para trabajar en procurar un trato digno a grupos vulnerables y otra sobre la importancia de la vigilancia de las finanzas. Les acompañan una reforma sobre derechos y competencias para promover iniciativas y el único dictamen que vale la pena: no aumentar el valor de las tablas catastrales.
A cambio, los llamados ampulosos, las arengas discursivas y actividades sin mayor relevancia son una fiesta un día y otro también para los representantes del pueblo.
Si tiene tiempo, revise los 45 días transcurridos de trabajo legislativo:
Proliferan las convocatorias a la unidad, a la transparencia, a combatir la corrupción, las auto alabanzas sobre donativos a damnificados en el sur y contribuciones al boteo Teletón, así como el lucimiento de los diputados que ocupan cargos en la COPECOL; exhortan a respetar los símbolos patrios, ponderan cursos de relaciones internas, exhiben la gratitud de estudiantes que pueden asomarse a los pasillos del Palacio Legislativo, confirman que van a esforzarse por la salud y por los campesinos como si eso no fuera ya su obligación; entregan diplomados, con gran valor cívico les dicen a sus colegas federales que no recorten fondos al medio rural; aseguran que apoyarán al desarrollo de la tecnología; piden fondos especiales –a sabiendas de la inutilidad de la acción– para los municipios fronterizos; inundan a los medios de comunicación con intervenciones sin sustancia de diputados de todos los partidos; bla, bla, bla…
¿Y las leyes?…
Demonios, el fantasma del PRI sigue asustando en el Congreso…
¿Por qué no?
Para cerrar este día el tema del Congreso, llama la atención la obsesión del mismo sobre lo que sucede en el ayuntamiento de Reynosa. Ahora, con otro exhorto para la alcaldesa panista Maki Ortiz, para que explique la designación de algunos de los funcionarios municipales.
No quiero entrar en una polémica que ni me va ni me viene, pero me viene a la memoria un caso similar, de ninguna manera igual porque ahí intervino un juez federal, registrado recientemente en Río Bravo por un nombramiento en la Comapa de Río Bravo que también originó un conflicto entre autoridades.
En ese caso, las palabras del líder del Congreso, Carlos Alberto García González, fueron claras y contundentes sobre el papel de ese Poder, sobre mantenerse al margen de polémicas, mostrando siempre respeto a los órdenes de gobierno involucrados y manteniendo a los diputados locales en el papel de un factor de equilibrio.
¿Por qué no actuar de la misma manera, convocando no sólo a la jefa de la comuna, sino también a regidores y síndicos, a sentarse a dialogar y establecer acuerdos en beneficio de los reynosenses?…
La frase del día
“Los intelectuales resuelven los problemas; los genios los evitan…”
Albert Einstein/Físico alemán
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