El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
La sombra de Trump pega a los mexicas por todos lados, especialmente por la retaguardia. Y es que el presidente electo de los gringos se ha convertido en el pan nuestro de cada día, como quien dice está en todas las sopas, incluso en la de “jodeo”. Usted dirá que es natural porque este bárbaro está dispuesto a iniciar la destrucción de la república desde el primer minuto de su mandato (como si para tal efecto nuestros políticos lo necesitaran), según sus últimas declaraciones sobre objetivos nada distintos al discurso de campaña. Por cierto no faltan “analistas” soñadores que suponen un cambio radical del susodicho individuo instalándose en la casa blanca, (la de allá no en la de acá).
El asunto es que Trump odia a los naturales de nuestro país y en los EU alienta el racismo y todo lo que se deriva del sentimiento sustancial del fascismo reflejado lastimosamente entre jóvenes y niños que como en la era hitleriana aplican la violencia contra las minorías, sobre todo contra el paisanaje que ya se siente de este lado del tristemente célebre muro cuya construcción parece inevitable.
No hay remedio, Trump será presidente gringo y México se perfila como una de las víctimas favoritas. Cierto es que hasta ahora no ha pasado de palabras pero ya se anticipan los hechos. También es verdad que el sujeto de marras no dependerá sólo de su locura porque estará limitado por los intereses del capital nacional e internacional, lo cual podría moderar un tanto sus diabólicos impulsos, pero de que va contra México eso-que-ni-que.
Ok, hasta aquí estamos más o menos de acuerdo, pero, ¿se ha puesto a pensar por qué el supremo gobierno insiste en mantener al republicano triunfante en las primeras planas de los medios de comunicación?. Elemental, porque le conviene hacerlo aparecer como el culpable de todos nuestros males. Por fin y sin querer queriendo el régimen encontró al responsable de la pobreza, el desempleo, la inseguridad y muy probablemente hasta de la corrupción e impunidad.
A propo, seguro ya se enteró que el ex gobernador de Quintana Roo regaló a parientes y amigos áreas naturales patrimonio de la humanidad y por lo mismo invaluables por su historia y origen. Es un pequeñísimo ejemplo de “la conciencia social” de la mayoría de los gobernantes y políticos que ahora se asustan porque un loquísimo sucederá a Obama. ¿Cuál será la diferencia entre los virreyes que se apropian de las riquezas de un estado y lo reparten entre sus
allegados y un empresario desquiciado por el odio ahora fortalecido por el poder político?.
De manera que Trump ocupa en México los espacios más importantes en los medios de comunicación y ya le digo que al supremo gobierno le conviene y propicia toda vez que es la mejor forma para que los mexicas desvíen la atención y olviden un poco los reclamos hacia las autoridades mismas que acomodándose a las circunstancias se permiten anunciar “estrategias para proteger” a quienes sin duda se verán afectados a partir de enero.
Trump es el demonio a quien la raza de sol envía millones de recuerdos familiares cada vez que resulta como referente en los discursos oficiales o en las notas de los medios perfectamente dirigidas al objetivo marcado por el régimen. Con decirle que hasta los ex gobernadores Duarte, el mentado sonorense Padrés, los hermanitos Moreira, el neolonés Rodrigo Medina y algunos más que transitan por la ancha alameda de la impunidad han pasado a segundo término.
La moda entonces es Trump y sus locuras, así lo ordenan las instituciones.
¿Hasta después de enero?.
Es ya convicción social de que en Tamaulipas se verán cambios reales hasta transcurridos los primeros cien días del actual régimen. Lógico el acomodamiento después de ochenta y tantos años de mandato tricolor y explicable que algunas acciones oficiales apenas se perciban o se retrasen como los nombramientos de nuevos funcionarios de importancia media en distintas dependencias.
El gobierno camina despacio porque lo abruma el quebranto económico que dejará el anterior régimen, asunto del que todavía no conocemos detalles y desde luego tampoco responsables, sólo sabemos que Tamaulipas está en crisis financiera y como consecuencia se requiere con urgencia el auxilio federal. ¿Llega o no llega?.
Supimos que faltaban mil y pico de millones de pesos para medio salvar la situación de fin de año. También indignó el endeudamiento aproximado a los 20 mil
millones de pesos sobre el cual existen especulaciones pero nada más.
Digamos que Tamaulipas se refunda, ¿sobre qué bases? “eso es lo que vamos a ver”, como diría don Teofilito.
Sucede que
El procurador de justicia estatal apareció en el noticiero estelar de Televisa durante la noche de este martes. Algo dijo sobre varios funcionarios y sus guardias personales que al parecer ya han sido dados de baja. La canalla del café pregunta: “¿Eso es todo?, ¿ya no hay más sobre el mismo tema?”.
Y hasta la próxima.
