El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
El PRI inició una nueva campaña contra Andrés Manuel López Obrador comparándolo ahora con Donald Trump. (Recordéis que antes lo relacionó con los venezolanos Chávez y Maduro). Desde luego se trata de arrastrarlo al torbellino de mentadas a que se ha hecho acreedor el republicano por los motivos que todos conocemos.
Dicha campaña ha de ser de alto costo considerando que están involucrados los medios de comunicación más sofisticados, justo los que cobran en dólares a pesar de ser mexicas. Y por supuesto que PAN, PRD y todos aquellos partidos que se encuentran en santa alianza con el tricolor por obvias razones están más que de acuerdo. Y es que a pesar de tantos años de golpeteo no logran hacer mella en la imagen y figura de “El Peje”, quien dicho sea, está dispuestísimo a retomar la misión histórica pendiente, sease la presidencia de la república.
Y esta posibilidad es a la que temen quienes por casi un siglo han hecho de México su negocio particular. En este aspecto bueno será dar una repasadita a los herederos de la ganancia revolucionaria concretados en nombres y apelativos que no logran ser borrados de la memoria tricolor por más que les buscan justificaciones, especialmente en el fondo de las coladeras.
El asunto es que en AMLO pretenden personificar al “Trump nacional” lo cual conduce al PRI y sus aliados a enésimo ridículo porque no hay punto de comparación. En este sentido “lo más mejor” es que la sociedad civil tiene conciencia de que se trata de otra farsa oficial que nada tiene que ver con la realidad. Y la prueba más elocuente es que en las respectivas encuestas “El Peje” sigue apareciendo como uno de los favoritos (en ocasiones el de mayor aceptación) para obtener el triunfo en las próximas elecciones presidenciales.
No existe comparación digo, porque AMLO es exactamente todo lo contrario de Trump. Lo que duele a los negociantes de la política es que el tabasqueño no es cómplice del poder “institucional” por lo tanto propone un gobierno alternativo en el que tendrán prioridad los pobres y por supuesto la erradicación de todos los vicios por los que México sufre actualmente la mayor deshonra en el concierto internacional. Y ni modo que sea invento.
Les duele la propuesta de bajar el sueldo a los funcionarios más importantes e incrementarlo a los empleados menores, así como terminar con todos los privilegios de la gran burocracia a través de los cuales escurren fabulosas sumas de recursos que debieran aplicarse en inversión social. Además de la revocación del mandato presidencial cada dos años mediante consulta pública.
Les duele que llegado el momento las reformas “estructurales” sean revertidas por el enorme daño causado a los mexicanos y al patrimonio nacional. Y desde luego la pérfida burocracia que “gobierna” está asustada por la convicción de AMLO de que la flota aérea gubernamental debe ser vendida y los funcionarios obligados a viajar en transporte público. Nada más en el avión principal habría un ahorro de más de 5 mil millones de pesos.
Pero más que todo asusta a los dueños del poder que el gobierno encabezado por “El Peje” sea conducido con honestidad y en definitivo combate a la corrupción y la impunidad tal y como lo ha prometido. Las implicaciones que de ello derivarán son muy obvias.
Ya sabéis que los anteriores son algunos de los lineamientos del gobierno alternativo que el domingo pasado AMLO puso a consideración del segundo congreso extraordinario de MORENA. Y hay más, muchas más razones por las que el PRI y sus aliados insisten en atacar a “El Peje”, sólo que éste ha tenido la bondad de enviarlos de paseo a su rancho “La Chingada” en Tabasco. No olvidéis que dicha propiedad es real y le fue heredada por sus padres.
“La mecha corta” de Miranda
La actitud del secretario Luis Miranda Nava ante las inquietudes de la diputada Araceli Damián es vergonzosa. No sólo por su carencia de hombría al insultar a una mujer sino porque demuestra su incapacidad para desempeñar la titularidad de Desarrollo Social. Y es que al no tener respuesta a interrogantes relativos a su cargo, el funcionario optó por lo más fácil suponiendo que con ello lograba autoridad y resultó lo contrario con todo y que es uno de los compadres consentidos de EPN.
La condena entonces es general al margen de que el secretario no tuvo argumentos ante una especialista en asuntos sociales como es la doctora y académica quien lo cuestionaba entre otras cosas, sobre la necesidad de revalorar el combate a la pobreza mediante una metodología diferente que no obligara a depender a los núcleos sociales del gobierno, los que por el mismo motivo resultan víctimas de manipulación. Por otra parte, ha sido tal la indignación contra Miranda que las dirigencias del PRD, PAN y MORENA (a este último pertenece la doctora Damián), están exigiendo la renuncia al puesto que no hace mucho heredara de José Antonio Meade. Claro que Peña Nieto no les va a cumplir el gusto pero de que el supremo gobierno queda una vez más en evidencia eso-que-ni-que.
Sucede que
La tropa cafetera está de acuerdo en que los ex funcionarios requieren de guardias especiales y precisa: “pero pa’ que les cuiden lo que se llevaron”. ¡Ah, raza!.
Y hasta la próxima.