7 diciembre, 2025

7 diciembre, 2025

Cuadrante político

Se mofaban, y ahora son consejeros

Cuadrante Político

En la antesala de las elecciones presidenciales del 2012, un grupo de funcionarios tamaulipecos de primerísimo nivel, pertenecientes al gabinete estatal de Egidio Torre, charlaban, en algún lugar de la ciudad, en torno a las características del entonces  candidato Enrique Peña Nieto.

La mayoría de ellos, se mofaban de los  errores y los balconeos del abanderado tricolor, en las redes sociales. Lo tildaban poco menos que de tonto y de ignorante. En ese grupo se encontraba el Secretario de Salud, Norberto Treviño García-Manzo, mismo que, en su momento me platicó la anécdota:

— Estuvieron hablando muy mal del candidato, me dijo, y yo por prudencia guardé silencio, los dejé que se expresaran, pero al final, respetuosamente les pregunté algo, a los ahí presentes: ¿señores, militan ustedes en algún partido diferente al PRI? Me dijeron que no. Entonces, les dije: a mi me parece que si este hombre, (Peña Nieto), es el candidato de nuestro partido, pues nuestro deber, es apoyarlo. Todos se quedaron muy serios, y ya no dijeron nada.

Cuando en su momento, el Secretario de Salud, me hizo el comentario, aun no se realizaban las elecciones presidenciales en todo el país. Posteriormente, pese a las duras campañas en las redes sociales, se daría el triunfo del ex gobernador  mexiquense. Hubo algunas excepciones, como la de Tamaulipas, donde
EPN salió derrotado por la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota.

Se dijo que familiares cercanos al ahora ex gobernador, entre ellos, uno de sus sobrinos, que a la postre sería diputado local, fue el encargado de recorrer el estado, con recursos y la línea del mandatario estatal, a favor de la abanderada blanquiazul. La entonces candidata Vázquez Mota, obtuvo la
nada despreciable cantidad de 567 mil, 347 votos, contra solo 461 mil, 155 votos de su contrincante Peña Nieto.

Fue en el 2012, y no en el 2016, donde empezó a cimentarse, lo que posteriormente  sería la vapuliza propinada por el flamante gobernador del cambio García Cabeza de Vaca, a los priístas. La historia del 2016 que se acaba de vivir en Tamaulipas, venía del 2012, cuando el gobierno estatal de Torre Cantú, se dice, operó abiertamente en contra del candidato presidencial de su propio partido.

Tal vez por eso, cuando EPN llegó al poder, una de las últimas entidades federativas  que visitó en sus giras de trabajo, fue Tamaulipas. Los medios de comunicación en la capital del estado, dieron cuenta del peregrinaje del mandatario estatal, para tratar de conseguir una plática con Peña Nieto. Algo sabía el Presidente Peña, que simplemente no se dejaba ver por el estado.

Pero  el devenir, favorecería a Egidio, pues en los años siguientes, la figura presidencial de Peña Nieto, se vio sometida a un creciente e irreversible desgaste.  Los escándalos de las casitas blancas, aunados a los terribles sucesos de Ayotzinapa, entre otros, aumentaron la vulnerabilidad de un mandatario federal, que, ya a esas alturas, había soltado los hilos de la política interior. Ello favoreció que muchos gobernadores priístas buscaran colocar a sus candidatos. En casos como el nuestro, al no quedar su gallo, Egidio hizo su propio juego, aprovechando las enconadas pugnas del gabinete, entre Luis Videgaray y Osorio Chong.

Ayer, Peña Nieto llegó para participar por primera vez, en el Consejo Nacional del PRI, convertido en nido de cuervos.

En Tamaulipas, los flamantes consejeros nacionales del PRI, ya se preparan con todo, para impulsar el triunfo de Margarita Zavala o Ricardo Anaya. Lo hicieron en el 2012, con Josefina Vázquez Mota, que no la quería ni Calderón. Imagínese ahora que, todo se encuentra alineado para que, la candidatura del PRI  sea una burda parodia, y el PRIANATO, trate de cerrarle el camino al Peje, con un candidato azul.

En Tamaulipas, el mismo grupo que se mofó de Peña Nieto e hizo campaña en su contra, hoy es elevado al Consejo Político Nacional. Increíble, pero cierto.
DA MARCHA ATRÁS, LA “CHIMOLTRUFIA» PIMIENTA”:  Parece que, el Secretario de Educación Héctor  Escobar, ya puso en orden al protagónico Julio Pimienta, un personaje demasiado ambicioso, que en un descuido, podría tratar de ocupar el despacho cumbre de esa dependencia.

No conozco al Secretario Escobar, pero de conocerlo, le diría que se cuide del cubano, porque le gustan mucho los reflectores. En las redes sociales hay constancia de ello. Pimienta había dicho que no permitiría festejos navideños en las escuelas, y desató la ira ciudadana. Este fin de semana, corrigió, y dijo que sí se podía.

Lo que menos necesita el gobierno estatal, es que alguien imprudente le provoque frentes innecesarios. La arrogancia y los desplantes despóticos del llamado doctor Pimienta, contrastan con la actitud más moderada del Secretario.

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS