Desde hace semanas era ya el momento para que el equipo de la Alcaldesa de Reynosa o ella misma se sentaran a reflexionar sobre el conflicto político que les rodea, sobre la posibilidad de estar mal y preguntarse si es que todo el mundo está equivocado y sólo ellos gozan de la razón.
Así es mis queridos boes, voces de que algo no está bien en el comportamiento de Maki Ortiz han sido muchas, algunas, estoy seguro, que con exageración comentan sobre un evidente escape de la realidad, secuelas de alguna enfermedad o simples chiflazones, el caso es que ayer la ex subsecretaria de Salud Federal, senadora con licencia y aspirante a la candidatura por la gubernatura de Tamaulipas por el PAN se declaró víctima de violencia política.
Ni siquiera Lety Salazar la ex alcaldesa también albiazul de Matamoros que fue objeto de serias y algunas descarnadas andanadas mediáticas orquestadas desde el gobierno panista que se fue, llegó a los extremos que Maki hoy maneja.
La señora presidenta de Reynosa hizo crisis este fin de semana cuando fue derrotada en las elecciones internas de su partido para elegir delegados al consejo estatal y al nacional.
De inmediato gritó falta y hasta amenazó con ir a denunciar a su partido lo que ella llama serie de irregularidades, perdió y se hizo la víctima pues
“No sé si me interesa impugnar este proceso, pero sí me interesa que lo sepa nuestro partido porque no puede seguir sucediendo esto”, contestó ayer cuando le preguntaron sobre el resultado en el que los panistas de Reynosa la batearon.
“Pero sí voy a presentar una queja en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, sobre los procedimientos que se hicieron porque no fueron correctos. Creo que ha habido desde que yo entre como alcaldesa, una violencia política muy fuerte y de parte de mi propio partido”.
Es de hecho casi la ruptura de Maki con el PAN, porque hace unos días los suyos difundieron una foto en la que presume su nueva relación con los Luebbert, Óscar y su esposa María Esther Camargo, el primero ex alcalde y la segunda diputada federal, el primero por cierto muy cuestionado y bajo la lupa por su presunta relación con el Señor de los Dragones, ambos priistas.
Pero en su última crisis, la de ayer, Maki agarra parejo, señala a todos los que le rodean y no le hacen loas como los culpables de victimizarla, gente de los tres poderes; es una locura.
“Esta violencia política la han encabezado varios, desde algunas partes en las regidurías, otra parte en el Congreso local, y aquí mismo en el Comité
Municipal del PAN, y también la encabeza Javier Garza de Coss, entre otros”, dijo.
En pocas palabras, la atacan en la presidencia los regidores, en el Poder Legislativo los diputados que ya le han hecho al menos un exhorto para que se conduzca por el camino de la ley y en el Ejecutivo estatal, porque señala a Garza de Coss que es el representante del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Pero además culpa al comité municipal del PAN; insisto ¿cómo no se han detenido a pensar Maki y los suyos en la posibilidad de que sean ellos los que están equivocados?, no puede estar mal todo el mundo menos ella.
“No he interpuesto ninguna queja, pero sí voy a poner una sobre como se realizaron las cosas, no fue de la manera correcta. Se deshabilitó a mucha gente que tenia todo su derecho a votar en la jornada interna del PAN”, agregó sobre su derrota del fin de semana.
Recordemos que todo comenzó cuando ella nombró a funcionarios que no cumplían con el requisito de antigüedad de habitar en Reynosa para ser secretarios.
Siguió con el pleitazo que se buscó con los regidores, la mayoría panista, porque convocó a reuniones de Cabildo a sus espaldas.
Luego arremetió contra el síndico primero al que incluso le pidió que renunciara a sus potestades sólo porque ella lo quería.
Maki ha dado tumbo tras tumbo, pleito tras pleito, con propios y extraños y ahora hasta dice que los ataques en su contra están afectando a Reynosa.
Maki está muy ocupada en la grilla partidista, en pelearse con los propios panistas y eso es lo que sí le quita tiempo y afecta al pueblo que gobierna.
No me imagino hasta dónde se va a estirar la liga para que se reviente y le pegue a la alcaldesa, mucho menos cuando va a ocurrir el rompimiento total.
Lo que sí es un hecho es que Maki ya no tiene con quién pelearse y estoy seguro que en el PAN nacional ya saben de sus raros comportamientos políticos y sus guiños con el PRI.
No creo que personajes como Margarita Zavala que algunos señalan como su amiga y aliada quiera tomar partido en un pleito que es sólo de Maki y enemistarse con un gobernador de quien evidentemente también es amigo la presidenciable, gobernador que por cierto tiene los bonos muy altos y esos son muy preciados en campaña.
Eso sí, hay panistas que creen que ahora navegarían con más tranquilidad si el priista Neto Robbinson hubiera ganado Reynosa.
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