Todas las evidencias arrojan un escenario futuro en la política tamaulipeca:
Reynosa se convertirá a corto y mediano plazo en el escenario de la madre de todas las batallas en ese terreno en Tamaulipas. Y de hecho, los primeros escarceos ya se iniciaron.
Para tratar de entender este panorama todavía virtual, vamos por partes, como acostumbra citar Catón cuando habla del descuartizador de Boston.
En una apretada síntesis, le presentaré lo que en la percepción de su servidor está moviéndose en los intestinos de esa frontera, donde todos se están moviendo, pero donde todos también parecen no estar enterados de lo que están haciendo sus compañeros de oficio.
Es una mezcla curiosa que en mis ya numerosos años de espectador en estos quehaceres no encuentro paralelo.
Ahí van mis remedos de reflexiones, en gran parte nutridas por las observaciones de brillantes analistas de esa tierra de Dios:
Es en Reynosa, precisamente porque es la joya de la corona azul, donde se da la pugna interna de Acción Nacional, curiosamente en la cúpula del poder, que desde hoy –inaudito– lo coloca en la posibilidad de perder en año y medio esta ciudad. Es en Reynosa donde el PRI ha concentrado, aún sin éxito, a sus mejores exponentes para un plan de rescate estatal, pero también donde sigue mostrando su pasmo en todo su esplendor al no ser capaz de llevar agua a su molino en medio de la tempestad panista, porque navega sin velas, sin timón y sin brújula. Es Reynosa la geografía que eligió Andrés Manuel López Obrador y su Regeneración Nacional –MORENA– para armar la estrategia de conquista proselitista del Estado rumbo al 2018 y donde por cierto estará el tabasqueño el próximo 9 de diciembre en otra etapa de ese objetivo.
Sin embargo, para tranquilidad de todos ellos, todos parecen estar cortados con la misma tijera. Todos parecen estar en la cómoda poltrona. Tal vez por las cercanas fiestas navideñas.
Si ninguno de esos membretes parece haberse percatado de los tropiezos de sus congéneres para ganar espacios, mucho menos se ha dado por enterado de un movimiento que se está gestando en forma sorda pero consistente en esas latitudes, impulsado por un grupo de rebeldes y belicosos descontentos prófugos de diversas facciones, especialmente del PAN y del PRI, el cual está a punto de generar un verdadero bloque, organizado con solidez y alimentado financieramente, cuya meta es presentarse como una opción independiente auténtica en los siguientes procesos electorales, no como payasos de circo, oportunistas o paleros de quien mejor pague, como han sido los casos anteriores, de cuyos nombres es mejor no acordarse.
Este neogrupo político con raíces sociales mantiene una postura fundada en un término curioso, poco conocido, pero con significado demoledor, que revela la esencia de su origen y de sus metas: Resiliencia.
¿Su definición?
En el terreno sociológico: “La capacidad que tienen los grupos sociales para sobreponerse a los resultados adversos, reconstruyendo sus vínculos internos, a fin de mantener estables sus condiciones colectivas de modo tal que no fracasen en su propia sinergia”.
Lo dicho, Reynosa, aunque históricamente ha sido siempre y sigue siendo una pieza electoral importante en la Entidad, está llamada a ser ya no un alfil como lo es o una reina de la política tamaulipeca, sino el verdadero rey de este tablero de ajedrez.
¿Victoria?…¡ja!…
La frase de hoy
“La experiencia nos ha demostrado que a la persona no le resulta nada más difícil de dominar que su lengua…”
Baruch Spinoza/filósofo neerlandés
Twitter: @LABERINTOS_HOY