La rebelión en la granja ya comenzó… pero en la granja del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tamaulipas.
El motivo de la revuelta: la creciente inconformidad por utilizar la estructura del partido como una agencia de colocaciones o una bolsa de empleo.
Esta problemática se registra a lo largo y ancho del estado, en un partido, fundado por Andrés Manuel López Obrador, que decidió organizar su estructura por distrito electoral de nivel federal, es decir, en la entidad la organización de Morena se encuentra dividida en 8 distritos.
La supervisión de la estructura distrital en territorio tamaulipeco está en manos de Renato Molina Arias, un diputado federal electo en la delegación Iztapalapa, de la Ciudad de México, un ex perredista que, por lo visto, llegó al partido de ‘El Peje’ con las mañas y las ineptitudes aprendidas en el sol azteca.
En vez de supervisar con lupa las designaciones de los coordinadores distritales, nombramientos que son clave en la construcción de la organización que se requiere para vigilar el proceso electoral de 2018, cuando se dispute la presidencia de la república, Renato Molina simple y sencillamente se tendió en la hamaca.
A pesar de que desde hace un año se destina, en promedio, medio millón de pesos mensuales en la edificación de la estructura electoral en Tamaulipas, el avance es raquítico, inoperante para una elección que será crucial a nivel nacional: el 20 por ciento.
Como suele suceder en la política mexicana (aunque Morena presume que es un partido diferente a los demás), los puestos de toma de decisiones fueron otorgados a amigos, cuates, compadres y familiares.
Por supuesto, no saben nada, absolutamente nada, de lo que significa la organización de un partido político que se enfila a afrontar la elección más decisiva de su historia. La ineptitud es total. Eso sí: soy muy buenos para cobrar.
Dos ejemplos muy evidentes se registran en el sur de Tamaulipas. El primero, en Tampico, la coordinadora distrital percibe un sueldo mensual de 20 mil pesos. Además, los enlaces, un total de 21, reciben 2 mil pesos al mes.
El problema es que la coordinadora, familiar de Ursula Obrador, no ha generado ‘chamba’, ni tampoco sus enlaces. Ella es una coordinadora que nunca ha cuidado siquiera una casilla electoral y ahora resulta que debe articular la estructura del Movimiento de Regeneración Nacional en Tampico.
El segundo caso, Altamira. Ahí la coordinación distrital está a cargo de una amiga… de Ursula Obrador. Sucede exactamente lo mismo que en tierras jaibas: todos cobran su ‘lana’ mes con mes, pero… nadie trabaja. Y así no se puede perfilar un partido para ganar una elección.
Eso no es todo: el colmo del asunto es que, además de que existe un recurso para construir los cimientos de la estructura partidista, resulta que por instrucción de Renato Molina comenzaron a pedirle dinero a los tres regidores que tiene Morena en los Cabildos de la zona metropolitana del sur de Tamaulipas.
Ahí estalló la rebelión en la granja… de Morena. Hace una semana, los tres regidores, quienes prácticamente encabezan la revuelta en contra de los coordinadores distritales y del presunto supervisor estatal, se reunieron con un nutrido grupo de militantes del partido de AMLO.
La reunión se realizó en Mata Redonda, en el municipio de Pueblo Viejo, Veracruz. En esa población vecina, los regidores y militantes de Morena establecieron un Frente Común en contra de Renato Molina, a quien, en el organigrama, le corresponde la tarea de supervisar a los 8 coordinadores distritales y de pedirles cuentas.
La rebelión en la granja de Morena en el sur tamaulipeco ya tuvo efecto: hoy llega a Tampico un nuevo enviado de Andrés Manuel López Obrador. Su nombre: Rodolfo González, quien es doctor en Sociología y personaje cercano a Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas y actual Jefe de la Delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
Rodolfo González, que seguramente estará acompañado de Renato Molina, viene a tierras jaibas con toda la intención de escuchar con atención y con detalle a los militantes inconformes del Movimiento de Regeneración Nacional.
En el partido de ‘El Peje’ saben que existen las condiciones de ganar la presidencia de la república y de registrar un notorio avance en muchos municipios y estados del país, pero antes deben ponerse a trabajar en serio en la conformación de las estructuras electorales, entre ellas, las que defienden el sufragio durante el día de la votación.
Veremos qué resulta de la reunión que hoy deberá llevarse a cabo en el comité de Morena en Tampico. De seguro habrá un fuerte ‘jalón de orejas’, aunque lo que urge en ese partido es que coloquen gente que en verdad conozca de la actividad electoral.
Y PARA CERRAR…
Un fracaso total fue la reunión regional o estatal de regidoras del ONMPRI que se realizó hace unos días en Tampico.
Para comenzar, la asistencia fue escasa. Oscar Almaraz, alcalde de Victoria, estuvo en el cierre de la reunión, pero su presencia en tierras jaibas pasó desapercibida. La dirigente estatal del Organismo de Mujeres Priistas, la diputada local Susana Hernández Flores, ni siquiera asistió.
Pésima organización. El PRI no da pie con bola desde el domingo 5 de junio. Y para colmo, en la zona sur, rumbo a la elección de 2018, un buen número de priistas coquetean abiertamente con Morena… o con el PAN.
