CIUDAD DE MÉXICO.- Lima, la capital de Perú, es la segunda ciudad más seca del mundo. Su clima es subtropical y desértico y solamente llueven unos 10 milímetros anuales. La sequía es especialmente dura con los habitantes de los asentamientos más pobres y deja a 1 millón de limeños sin agua corriente.
Pero Abel Cruz Gutiérrez dio con una solución: hace 14 años empezó a cazar niebla. Parece raro, pero cosechar el agua ha sido una gran solución
Lo hizo mediante atrapanieblas que capturan entre 200 y 350 litros de agua al día, suficientes para abastecer a 3 familias. No es agua potable, pero podrán usarla para lavar ropa y utensilios, bañarse, regar los campos y reforestar.
El invento de Cruz son unas mallas de nylon de 6 metros por 4 se colocan en vertical, atadas a unos palos y orientadas en la dirección en la que sopla el viento. Cuando el aire pasa a través del tejido, este retiene las miles de pequeñas gotas que conforman la niebla y la canalizan para acumularla en un tanque.
El ingeniero peruano de 50 años vivió mucho tiempo sin agua corriente, igual que 10 millones de personas en todo Perú. Él sabe bien qué se siente cuando una necesidad básica es desatendida y las familias se ven obligadas a pagar precios desorbitados por el agua que llega una o dos veces por semana en camiones cisterna.
Cruz dijo para El Comercio que este año se ha propuesto instalar 3 mil de atrapanieblas y para ello quiere pactar con el gobierno peruano. De momento, ya ha podido colocar 50 de estas trampas para la niebla, que han mejorado la vida de 500 familias. También investiga para poder hacer que esta agua de la niebla sea potable.
Y a parte de agua, el ingeniero ya ha cosechado otro éxito: el gobierno holandés le ha prometido 3,5 millones de euros para su asociación Movimiento Peruanos Sin Agua, que trabaja para cumplor los objetivos de Naciones Unidas vinculados al abastecimiento de agua potable.
Con información de PlayGround.