1.- “No hay dinero”, declaran los dirigentes empresariales con un gesto de preocupación y malestar, El aumento a las gasolinas y las tarifas eléctricas han golpeado la economía popular. Varios alcaldes dejarán endeudados en muchos millones de pesos a los municipios, y el dinero no se sabe hacia dónde se fue.
2.- Los bancos están desiertos y las carteras vencidas continúan abultándose lamentablemente. Las nóminas oficiales están fatigadas, y son muchos los funcionarios y empleados a los que les adeudan parte de su sueldo, y también su compensación.
3.- La agricultura, la ganadería y la pesca no han recibido los apoyos federales requeridos, y están pasando también por una mala época. Las plantas maquiladoras pagan un salario tan insignificante que no permite soñar con ninguna fantasía, y algunas están cerrando sus plantas y sus propietarios huyen del estado.
4.- El dinero está cada día más escaso en toda la entidad, y algunas personas maliciosas comentan que hasta el billete de los “Hombres de Respeto” huyó de la región. Aseguran que esos dinerosos y simpáticos ciudadanos que invertían en ranchos, residencias y negocios, se llevaron ya su capital hacia otros rumbos del país y desaparecieron del estado.
5.- Con decirles que hasta las “sexoservidoras” se quejan amargamente, ya que los clientes escasean y, por su lado, los contratistas y proveedores andan como plañideras y no saben ni dónde se alza el porvenir.
6.- El índice de delitos contra la propiedad aumenta de manera alarmante y resulta muy elevado el número de casos de “robos por hambre”. Las cifras de divorcios se han disparado por la crisis, ya que cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana.
7.- Total, que no circula dinero ni bueno ni malo, y la angustia comienza a reflejarse en el semblante de todos los individuos. Hasta los restaurantes están quebrando y el comercio en general, va cuesta abajo a toda velocidad.
8.- El “gasolinazo”, las terribles tarifas eléctricas, los combustibles y las colegiaturas, aporrean sin piedad a los ciudadanos y de ningún lado les llega ayuda para soportar la carga.
9.- Como es fácil de advertir, gobiernos van y gobiernos vienen y la planeación del gasto público sigue siendo una fábula para crédulos y soñadores. Se habla mucho de los planes de desarrollo, pero en la práctica no funcionan, y cada sexenio las obras, programas y servicios públicos se paralizan o disminuyen por falta de dinero.
10.- Lo que más desmoraliza a los sectores productivos del estado, es esa actitud prepotente, encapuchada y socarrona de los funcionarios, quienes se esconden para no pagar los adeudos del gobierno, o tratan de sacar ventaja de los acreedores proponiendo pagos menores, comisiones o rebajas indebidas, para sangrar todavía más la deteriorada economía de quienes, de buena fe, suministran bienes o servicios a las dependencias del estado.
11.- En síntesis, Tamaulipas sufre un severo problema de liquidez y las autoridades deben, de inmediato, promover ante el gobierno de Peña Nieto la reactivación de la economía, mediante un programa global que aporte soluciones a todas las actividades productivas. ¡El pueblo de Tamaulipas exige resultados, y no planes y palabras que sólo son puro viento, rollo mucho cuento!.




