Le aseguro que los nombres de Igor Leandro Goularte Do Nascimento y Omar Alexander Hinestroza González nunca en su vida los había leído, mucho menos los había escuchado y jamás pensó mentarlos.
Usted amigo aficionado de Correcaminos, seguramente desde el viernes se topó con la sorpresa que ambos individuos, el primero brasileño y el segundo panameño, fue la primera vez que supo de su existencia.
El sudamericano nacido en 1996 y el centroamericano nacido en 1994, ambos delanteros, ambos de un metro con 85 centímetros y ambos desconocidos no solo para nosotros sino también para el técnico del cuadro naranja Jaime Ordiales, a quien se los endosaron de última hora para que los admitiera en su plantilla luego de haberlos visto y -supongo- haberlos aprobado por unas imágenes en video sobre su desempeño en divisiones inferiores del futbol en sus respectivos países.
Me va a disculpar amable lector de este espacio editorial pero poco puedo hablarle de estos elementos, pues ni la más avanzada tecnología que tenemos a nuestro alcance -me la prolongué- el youtube y demás redes sociales, me han permitido encontrar mayor información acerca de estos jugadores que me permita hablarle sobre sus cualidades.
De Omar Hinestroza, el panameño, apenas hay una síntesis en video de 3:47 minutos en los que se ve un jugador un tanto torpe con las piernas, pero su larga zancada le permite ganar ventaja ante defensas muy endebles, con una pegada fuerte de pierna derecha y eso sí, un perro hambriento para ir en búsqueda de la portería contraria.
De Leandro no encontré más que sus datos generales.
Seguro estoy que la dirección deportiva de Correcaminos que recae en Esteban Mejía, hizo una exhaustiva investigación acerca de ambos jugadores y en una de esas se echó la vuelta al otro extremo del continente para comprobar no sólo las cualidades futbolísticas que los videos arrojan, sino para conocer el entorno de vida de estos muchachos que se sacaron la lotería, pues vienen a uno de los equipos de mayor prestigio de la segunda categoría del futbol mexicano, donde por cierto y aunque está de más decirlo, les va a ir muy bien económicamente.
Me llama mucho la atención varios aspectos fíjese por qué: los jóvenes de la Segunda División que ya están acá, sean de Victoria, Mante, Tampico, Madero Matamoros, Júpiter, Neptuno o Plutón, que juegan en zona ofensiva, no han podido llenarle el ojo al cuerpo técnico del equipo naranja, es más, ni siquiera el “Pachu” Avalos, que no ha estado pero ni cerca de entrar a ver aunque sea unos cuantos minutos.
Y si ni Arce, ni Juárez, ni “Tito”, ni “Kory”, han podido convencerlo, que ya los vio en acción en la CopaMX, pues menos lo habrán hecho Kevin Fernández, Efraín Jaime, Andrés Mendoza, Leo Franco, Isaías Hernández que no han recibido esa oportunidad… ¿por qué si saben quienes son, verdad?.
Lo que si es que tanto Hinestroza y Goularte tienen que venir a marcar diferencia a la de ya, pues ni el triunfo del viernes pudo acercar de manera significativa a Correcaminos a zona de clasificación.
Hoy seguramente el argumento para su llegada acá será apelar las historias de éxito de los desconocidos Mendieta, Smith y Sambulá que se fueron de aquí siendo leyendas y sí, ojalá que así suceda, aunque esas historias pasen una en un millón.
En Tampico, la Jaiba Brava sigue viviendo de milagro pues a la par de sus derrotas, también tropieza Loros de Colima, equipo con el que disputa semana a semana la permanencia, pero ojo, mañana se miden en la cancha del Tamaulipas lo que puede marcar un trampolín para el que salga ganador, o bien,
prolongar el dramatismo por unas semanas más y definir cuál de los dos regresa a Segunda División.
@luisdariovera