Algo extraño sucede en Tamaulipas en el tema de la Influenza. Y se llama confusión.
Las versiones oficiales minimizan el presunto avance de esta enfermedad o de plano niegan que exista, como es el caso de un comunicado en donde se maneja que en el Estado sólo ha habido siete casos de este tipo en diciembre del año pasado –ninguno letal afirma– y no reconoce que durante 2017 existan afectaciones.
En contraste, las redes sociales arden.
Alertas diarias sobre docenas y docenas de infectados y datos sobre víctimas mortales saturan esos medios de comunicación. Versiones sobre fallecimientos en el Hospital General de Ciudad Victoria, filtraciones de que en Reynosa se destinó un piso más para atender exclusivamente a enfermos de Influenza, datos sobre otros infectados en Tampico y un sinfín de denuncias en ese sentido hacen sentir que la Entidad se encuentra en una contingencia real en materia sanitaria, que se puede acercar a la vivida en 2009.
¿Cuál es la verdad?
Es difícil contestar, porque por un lado las redes sociales suelen exagerar en sus versiones y por otro lado las autoridades de salud manejan ese tipo de hechos con pinzas bajo el cómodo argumento de no alarmar a la población, lo que hace de este tema un infierno de dudas, rumores y por lo tanto genera una falsa visión de la realidad, derivada de lo contradictorios y hasta antagónicos que son los informes al respecto.
Tal vez las autoridades de salud digan la verdad y no hay motivo para una alerta como la que incendia a las redes, pero por si no lo saben los responsables del terreno oficial –entre otras cosas que desconocen– en la mente colectiva lo que siempre domina es la percepción, que convierte a la primera en la realidad aunque pueda estar lejos de ésta.
Si no se aborda este mar de dudas de inmediato, si se les deja crecer como lo han permitido, cuando intenten dar una explicación de los hechos auténticos ya nadie les creerá.
¿O tienen miedo de hablar con claridad?…
¿Dónde están?
Tal vez aún sea temprano, pero la experiencia ha demostrado que el tiempo corre, vuela, mucho más rápido que las acciones.
Hago referencia a lo anterior porque en pocos días sentiremos que febrero se fue en un santiamén, debido a que es un mes corto y las presiones hacen que casi parezca inexistente. Y uno de los ramos que más sufren por eso es el sector turístico.
Está próximo marzo y no me he enterado en ningún lugar de Tamaulipas de alguna reunión preparatoria para la Semana Santa, sin lugar a dudas la joya de la corona en esa industria en nuestro Estado. ¿Dónde están los supuestos responsables?
No es un secreto. La Entidad sufre un demérito enorme para el potencial paseante nacional y mucho más para extranjero, ante la ola de violencia que azota prácticamente a todo su territorio. Ante eso, no he visto alzar la voz a los hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicio en esa actividad, para por lo menos tratar de infundir confianza en los destinos turísticos de nuestra patria chica. Creo que opera una Secretaría del Turismo en el Estado y tampoco se advierten acciones en ese sentido.
Cuidado. Como asienta una vieja perla de la sabiduría popular, al tiempo perdido hasta los santos le lloran…
La frase del día
“Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas…”
Woody Allen/Actor y director estadounidense de cine
Twitter:
@LABERINTOS_HOY