Ninguno ha dado muestras de que merece, pero ya muchos alcaldes en funciones están en campaña rumbo a la reelección, lo mismo hacen algunos funcionarios que creen merecer la nominación del PAN para las alcaldías y festejan hasta que se echaron un pedo (es una exageración pues y por ello pido una disculpa), mismo que comparten y recomparten en su cuenta de Facebook como si a todos nos interesara.
Así es mis queridos boes, no hay quien les ponga freno, porque las pre, pre, pre campañas no están reguladas y porque en el campo de lo ético hay poco que pueden cernirse como autoridad, entonces los acelerados andan por la libre, por la vía de la ilegalidad.
Y es que tenemos que recordar que todo evento o acto de un funcionario público que sea aprovechado para hacerse promoción personal pagado con los recursos de las alcaldías, direcciones, secretarías u órganos descentralizados cae en el desvío de recursos.
Ahí deben estar catalogados, las cabalgatas, las cenas con líderes de colonias, sindicatos, organizaciones civiles, de periodistas, de deportistas y demás, cuando se trate solo de sonreírse mutuamente, de ponerse a la orden, de hablar del futuro.
Este fin de semana por ejemplo, en Ciudad Victoria, el doctor Xicoténcatl González Uresti organizó una cabalgata que para celebrar en grande, eso decían algunos post pagados, que lo nombraron director del Hospital General de la capital.
No se rían, es en serio, movilizó algunas docenas de caballos y cabalgantes para el gran acontecimiento, inédito, raro, poco explicable, a menos que quieran reconocer que se trató de un acto de proselitismo harto anticipado porque quiere volver a competir por la alcaldía de Victoria para la que jugó de independiente, haciéndole la chamba al PRI en la elección pasada.
Dicen que dice que ahora puede ir vestido de azul, veremos que dicen los otros que suspiran con la candidatura.
Entre estos habría que volver a mencionar, aunque parezca disco rallado a Arturo Soto Alemán, el subsecretario de Ingresos de la Tesorería estatal que no quita el del renglón y quiere ir por tercera vez como candidato a la alcaldía.
Soto se mueve en las colonias, hace cenitas, comiditas, manda saludos y demás, porque piensa que la tercera es la vencida, además intenta diario tropezarse con los periodistas que cubren la fuente del Palacio de Gobierno para salir gratis en los periódicos y en la tele.
En la misma olla hay que poner a Fernando Campos, el director del ITACE, que teje comités en las colonias, pero sobre todo engorda las redes sociales para presumir hasta que se sabe el Himno Nacional, que lo cantó junto a su amigo el Secretario de Educación o que uno de sus empleados limpió el
escusado de algún plantel.
Es mera propaganda.
De los alcaldes ni se diga, la mayoría andan tras la reelección, insisto aunque hoy no hayan dado la mínima muestra de que merecen que usted y yo les demos el voto.
Reitero, no son tiempos aún de estar buscando la nominación, porque ni siquiera tienen seis meses en el cargo, porque para buscar el hueso que sigue o mantener el que tienen por la vía legal tendrían que pedir licencia o renunciar y hacer campaña.
Habría que decirles que allá por diciembre, los tamaulipecos de Nuevo Laredo a Tampico vamos a evaluar el trabajo que los 43 que hoy gobiernan hayan hecho para decidir si vale la pena que les sigamos manteniendo el ego y el sueldo.
Tendrían que mantener las calles iluminadas y sin baches ( es decir van retrasados), también garantizar la recolección de basura y demostrar que son buenos gestores para la obra pública.
Deberán mostrar bastante habilidad para esconder de la vista a novios, novias y a la parentela que seguro cobra en las nóminas municipales o en las que manden ahora para que llegado el momento no les tachemos de nepotismo.
No, señores y señoras de las alcaldías, no basta con ser ahora el arroz de todos los moles, que acepten o compren miles de likes en Facebook, que sus operadores de cuenta compartan todos los días decenas de fotos y que manden y manden saludos a los cumpleañeros del día.
Tampoco va a ser suficiente ser el más o la más carismática, para la reelección se van a necesitar resultados medibles y con las broncas económicas que enfrentan eso va a estar muy difícil.
Alcalde que logre una reelección en el 2018 va a ser considerado todo un héroe, porque con los recortes presupuestales, el clima de inseguridad y el escaso tiempo que les queda para denostar chamba y pedir licencia, tendrían que ser bastante buenos para merecer nuevamente el voto.
Muchos de ellos (casi todos) tendrían que reflexionar sobre cómo ganaron el año pasado y reconocer que fueron beneficiarios directos del arrastre del ahora gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, porque algunos ni campaña hicieron.
Tienen pues que reconocer que no ganaron ellos, que Cabeza de Vaca los arrastró con su triunfo y que en el 2018 el Gobernador no estará en las boletas y tendrían que ganar por sí solos y es ahí donde está el gran detalle.
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