CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La falta de dinero y de sacerdotes es lo que ha impedido la construcción de por lo menos 10 parroquias más, que se necesitan en la diócesis católica de Victoria, reconoció el obispo Antonio González Sánchez, quien dijo que la Iglesia está en crisis, pero sostenible aún.
«Se necesitan más iglesias pero no hay dinero y no hay sacerdotes, faltan alrededor de 10 parroquias y número similar de sacerdotes», refirió. Sostuvo que hay municipios que no tienen párroco, los atienden parroquias de otros municipios como el caso de Cruillas, San Nicolás y Güémez, a diferencia del municipio de Hidalgo, que cuenta con más parroquias ya que en la cabecera hay una, el Chorrito otra y una más en Santa Engracia.
Sobre la situación económica de la Iglesia en la diócesis expuso que «Estamos igual que a todo mundo, si hay carestía de la vida, obviamente la gente tiene menos capacidad para ayudar, estamos en crisis como en todo y como todos pero aún con la ayuda de Dios, es sostenible».
Añadió que «es costoso levantar una iglesia y las iglesias se construyen con aportación de la gente, por eso es que duran tantos años construyendo».
Destacó que hay 60 sacerdotes en la diócesis y según el censo del 2010 la diócesis cuenta con 600 mil fieles, «ahí la respuesta a la necesidad de más padres, la desproporción es muy grande, por ejemplo, yo ordeno a veces un sacerdote al año y en comparación al crecimiento de la población», refirió.
Insistió en que es difícil calcular cuantos sacerdotes se necesitan, la diócesis abarca 20 municipios del centro del estado, de esos, el municipio más poblado es Victoria, con 15 parroquias; le siguen en importancia de población es Tula y Soto La Marina, aunque hay un mayor crecimiento de la población.
Hace poco más de seis años se dividió la parroquia de San Isidro, se hizo una parroquia en la colonia Américo Villarreal, de la iglesia del Santuario, se hicieron tres parroquias, ahora urge en la iglesia María Auxiliadora dividirla con otra parroquia, y también San Judas hay que dividirla. «Lo ideal es que en Tula y en Soto La Marina, tuvieran otra parroquia», enfatizó.
Mencionó el ejemplo en Monterrey donde son más de 600 sacerdotes, y no les alcanza, mientras que en la diócesis de Victoria son 60 y tan sólo en el municipio hay 20 sacerdotes.
«Si faltan sacerdotes, pero no hay por falta de vocación, no por la violencia», precisó.
Manifestó que «gracias a Dios los sacerdotes de ésta diócesis aman mucho su sacerdocio y ahí están en los municipios que tienen problemas con la inseguridad, yo puedo asegurar que ningún sacerdote ha pedido que lo cambie, por eso las parroquias siguen cubiertas», finalizó.
