¿Recuerda los tiempos en que se decía que Tamaulipas era el granero de México por su producción de sorgo?
El grano se destinaba principalmente para forraje pero también para consumo humano en algunas zonas de Africa y Asia, así como para preparar bebidas alcohólicas en otras. Lo cierto es que esta geografía era líder.
Hasta ahora no se le dado la difusión suficiente, pero el Estado podría recuperar su calidad de granero nacional, pero con otro fin, que es generar combustible limpio: el bioetanol, el combustible de mayor producción en el mundo.
En otras palabras, los productores de San Fernando, Valle Hermoso, Matamoros y Reynosa están parados sobre un venero energético ecológico, que ante el declive mundial y desde luego nacional del petróleo, es casi lo mismo que dormir sobre una mina de oro.
Para hacerlo, de acuerdo a expertos en la materia, con base en diversos estudios, se requiere el cultivo de los híbridos denominados “sorgos dulces”, que presentan un tallo rico en azúcares, con propiedades similares a las de la caña de azúcar pero con ventajas sobre ésta, porque la segunda presenta menor resistencia a períodos de sequía prolongados –como los que se registran en Tamaulipas– tiene menor velocidad de crecimiento, y requiere de mayor consumo de agua y nutrientes para un mismo nivel de rendimiento.
Y algo muy importante, el sorgo requiere menor demanda de mano de obra. Un sueño.
Los sorgueros tamaulipecos ya dieron los primeros pasos para explotar esa riqueza. Desconozco el grado de avance, pero en Valle Hermoso debe estar en proceso la primera planta de ese tipo que de acuerdo al compromiso original con la empresa asociada, debe entregar su primer litro de etanol al arrancar el 2018. Es un programa en el cual también participan cañeros de Veracruz.
Todo debería marchar sobre ruedas y los productores tamaulipecos deberían estar felices, pero conforme a las versiones de algunos de ellos, no todo es miel.
A principios de abril, en una reunión con la Comisión Reguladora de Energía celebrada en el Estado, los sorgueros –según fuentes de los mismos– percibieron lo que para ellos podría ser un intento de favorecer a los productores jarochos de caña de azúcar, en un “baile” financiero cercano a los 12 mil millones de pesos.
La razón es que en la reunión citada se habló de un arancel internacional al sorgo como problema para generar etanol, cuando la producción es totalmente para el consumo nacional y al menos por ahora no es el objetivo el mercado extranjero, lo cual fue tomado como un argumento para darle prioridad a la caña veracruzana y relegar al sorgo, a pesar de para producir ese combustible este grano es más barato, rendidor y de calidad.
Cuidado con los intereses foráneos. La estafeta la tiene Alejandro Fusco, Comisionado de Energía en Tamaulipas, para no permitir que Tamaulipas sea sorprendido por argucias que cierren el camino a los paisanos sorgueros.
No está de más levantar las antenas…
Sobreviviente
No es santo de mi devoción, pero no puedo dejar de reconocer que en el escenario tricolor tamaulipeco, un personaje, como asienta la voz popular, les
está comiendo el mandado a todos los que se sienten bordados a mano.
Prácticamente, el único aspirante a candidato a gobernador por el Revolucionario Institucional que la jugó en 2016, que permanece en el escenario mediático tamaulipeco es Ramiro Ramos Salinas, a través de la COPECOL, siglas de la Conferencia Permanente de Congresos Locales.
Por alguna brujería de Catemaco, sin ser diputado Ramiro desde hace siete meses fungIó como Presidente de ese organismo y ahora lo hace como Secretario. Y si eso no es una prueba de habilidad política, no sé cuál pueda ser.
Vamos, ni Baltazar Hinojosa que presume de influencia por la comisión legislativa que preside, se mueve en la Entidad como Ramos Salinas. La verdad incomoda, pero es la verdad…
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