Hace poco más de un año, cuando el PRI seleccionó a sus candidatos a las presidencias municipales para afrontar la contienda electoral, uno de los instrumentos que utilizó para medir a sus aspirantes fue la encuesta.
Los sondeos de opinión pública fueron usados por el partido tricolor como herramienta para recopilar información sobre el nivel de posicionamiento de cada uno de los que aspiraban a ser nominados a las alcaldías.
Sin embargo, las encuestas no fueron en todos los casos el factor determinante para designar a los candidatos. La política no es una ciencia exacta y, por tanto, los resultados de una decisión derivan de la confluencia de múltiples factores.
Un ejemplo: En Ciudad Madero, el aspirante priista mejor posicionado en el mercado electoral, a finales de febrero de 2016, era Erasmo González Robledo, en ese entonces presidente de la Comisión de la Auditoría Superior del Congreso del Estado.
El resultado de la encuesta era, hasta cierto punto, lógico: Erasmo González Robledo articulaba reuniones y recorridos en su calidad de diputado local, aunado a que los medios de comunicación lo citaban con frecuencia en las noticias.
En ese sondeo, incluso, superó a Jaime Turrubiates Solís, quien es conocido por haber sido alcalde de Madero en el trienio 2011-2013. Como era normal, al ya no ocupar un cargo de elección popular, sus bonos mediáticos y de presencia social ya no eran los mismos.
Finalmente, el candidato del PRI a la alcaldía de Madero fue Humberto Oliva, seleccionado por la poderosa influencia que ejerce en el escenario político tricolor a nivel nacional el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Como se sabe, Humberto Oliva cayó ante la fuerza democrática de los vientos del cambio, pero el secretario general de la Sección Uno del STPRM obtuvo una cantidad de votos más que respetable: alrededor de 34 mil sufragios, una cifra que revela la capacidad de movilización de las estructuras priistas.
La historia tricolor de la urbe petrolera viene a cuento debido a dos asuntos que convergen en una temática: La reciente renuncia de Erasmo González Robledo al PRI y la futura selección del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia municipal de Madero, la que será por el método de la encuesta.
Así es: Morena, el partido fundado y presidido por Andrés Manuel López Obrador, va a elegir a sus candidatos a las alcaldías de Tamaulipas con los resultados que arrojen la aplicación de sus encuestas. Así viene la jugada de los morenos.
Al grano: El hecho de que Erasmo González Robledo haya aparecido en el primer lugar del sondeo realizado hace un año por el Revolucionario Institucional, no quiere decir que vaya a ocupar -en automático- la delantera en la encuesta de Morena, la que se realizará en febrero de 2018.
En un escenario que registra una constante movilidad de los factores que intervienen en la toma de decisiones políticas, el ex diputado local debe ponerse las pilas si quiere alcanzar la candidatura de Morena a la alcaldía de Madero el próximo año.
Es decir, si no se mueve, no va a salir en la fotografía electoral. Si el ex legislador local piensa que con el activismo que realizó en sus años de gloria en el PRI va a obtener la nominación del partido lopezobradorista se puede equivocar. El error sería muy grave.
Para comenzar, ya tiene contrincante de peso: El empresario Adrián Oseguera comenzó en días recientes a sostener reuniones con diversos liderazgos, grupos y sectores. La percepción que ha dejado es positiva. Trae ganas y tiene proyecto.
En el listado de aspirantes hay otros: Jesús Suárez Mata, Alfredo Pliego Aldana y Adrián Cruz (que se mueve en las colonias).
Por tanto, Erasmo González Robledo tendrá que pisar el acelerador si quiere que su renuncia al priismo fructifique con la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Madero. La cosa no está fácil para el ex diputado local, quien deberá reactivarse y moverse.
El enlace del gobierno estatal en el sur
Siguiendo al pie de la letra las instrucciones del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el representante del gobierno del estado en la zona sur, Miguel Gómez Orta, está actuando como un verdadero enlace institucional.
El funcionario lo mismo atiende problemáticas repentinas (el caso de la protesta en la termoeléctrica de la CFE en Altamira) como articula gestiones y reuniones siempre en permanente comunicación con las diferentes Secretarías del Gobierno del Estado.
Además, Miguel Gómez Orta, siempre bajo las indicaciones del mandatario estatal, se ha convertido en un eficiente interlocutor en la relación del Gobierno de Tamaulipas con los tres presidentes municipales de la zona metropolitana. Buen punto.
Y para cerrar…
La reunión del PRI de Madero con la dirigencia estatal tricolor que preside Aída Zulema Flores Peña se realizará finalmente el próximo jueves.
Al encuentro asistirán, por supuesto, Felipe Jiménez Martínez, presidente del priismo de la urbe petrolera, así como los líderes de sectores y organizaciones, además de los representantes de la estructura partidista en las colonias.




