No obstante la debacle electoral que sufrió el priismo en los comicios del 2016, la estructura del PRI se mantiene intacta. Los integrantes, dirigentes seccionales, de colonos y de manzana, siguen ahí, esperando a que el alto mando los llame a cerrar filas y les otorgue los recursos económicos que se necesitan para comenzar a operar.
La insuficiencia de dinero derivada de las derrotas reducirá también la capacidad de maniobra a la hora de las movilizaciones, sin embargo, en aquellos municipios en los que dispone de agrupaciones fuertes, caso concreto de la Sección 1 del gremio de Pemex del municipio de Madero, el tricolor seguirá siendo el enemigo a vencer en las jornadas comiciales.
Aunque ahora no es el PRI el que gobierna Tamaulipas, sino el PAN, en la urbe petrolera una buena fórmula de candidatos a alcalde, diputados y senadores, puede atenuar los riesgos del efecto negativo que ejercerá el candidato presidencial así como la falta de resultados del actual régimen priista que gobierna el país y le permitiría a los priistas disputar al tú por tú los cargos a los contendientes de Acción Nacional e incluso superarlos en las votaciones.
Pecan de ingenuos quienes piensan que, como resultado de la derrota sufrida el año pasado, en la que perdió, además de la gubernatura, la mayoría del Congreso del Estado y algunos de los principales municipios, el Revolucionario Institucional se encuentra muerto.
Quizá esa es una de las razones por las que el empresario Óscar Genaro Hernández Zúñiga levantó la mano por enésima ocasión para buscar la candidatura de alcalde de aquella población. Probablemente piensa que, como serán pocos los valientes que, en las actuales circunstancias, están interesados en abanderar la causa priista en los comicios del año entrante, logre la postulación, que no pudo cuando el PRI gobernaba el Estado y el municipio.
La decisión del Partido Verde Ecologista de México, por otra parte, de prescindir de la alianza con el PRI para disputar sólo con candidato propio la presidencia de la República en la sucesión del 2018 deja en situación riesgosa al partido del Tucán.
Si bien por una parte lo pone a salvo del peligro de ser arrastrado hacia abajo por el ex invencible, por la otra, los ecologistas quedarían expuestos a sufrir un retroceso en la captación de sufragios al igual que en las consecuentes retribuciones económicas que tenían aseguradas con la alianza con el tricolor.
De acuerdo con los sondeos de opinión más recientes, el PVEM tendría alrededor de un 7 por ciento de las preferencias ciudadanas nacionales y en los procesos
electorales en los que participó como apéndice del ex invencible ese porcentaje se mantuvo seguro. ¿Logrará conservarlo sin el respaldo priista?
Resulta difícil, considerando que, como ha sucedido con el PRI, seguramente sus principales aliados, el Verde y Nueva Alianza, podrían igualmente ver mermados sus simpatizantes en la sucesión presidencial que está a la vista. Sin el apoyo del partido político que aún gobierna el país, va a serle complicado a los ecologistas conservar el actual número de escaños y curules, federales y locales , la mayoría de los cuales obtuvo, gracias a la ayuda del ex partido oficial.
Mientras son peras o son manzanas, el llamado hecho por Andrés Manuel López Obrador a los partidos de izquierda, PT, MC y PRD, para que declinen en favor de MORENA en las elecciones de gobernador de los Estados de México y establezcan un frente común para impedir la eventual victoria del PRI y el PAN, porque si no lo hacen no habría coalición presidencial, fue rechazado.
El Jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Mancera, respondió que le parece positiva un pacto sucesorio de las izquierdas de ese tipo pero sin condiciones, como las exigidas por el político tabasqueño.
La precandidata presidencial del PAN, Margarita Zavala, en cambio, se apresuró a asegurar que su esposo Felipe Calderón Hinojosa no abandonará el partido político, como amagó el michoacano tras la confrontación que sostuvo con Juan José Rodríguez Prats en el pasado Consejo Nacional, para aplacar las reacciones negativas a que la advertencia de su esposo dieron pie en las filas panistas.
Lo que interesa a la militancia albiceleste, sin embargo, es si la ex primera dama de México sería capaz de deslindarse del ex presidente e impedir que este siga promoviendo sus aspiraciones futuristas, que es indispensable para evitar el daño que eso le está causando entre los electores. Lo dudamos.
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