Texas.- Las redes sociales son eficaces cuando de acortar distancia se trata, pero en el momento que estás se vuelven obsesión causan graves problemas y en algunos casos dignos de terror.
Es el caso de Cheyenne Stuckey, una texana de 21 años, que dejó morir ahogada a su hija de tan solo ocho meses en una bañera mientras ella chateaba por Facebook.
Debido a la trágica muerte de la bebé Zayla, la Policía de Parker, Texas, presentó cargos por la desatención de la madre.
Cheyenne Stuckey argumentó que dejó a la bebé sólo “un par de minutos”, sin embargo, los mensajes de Facebook evidencian que fueron al menos 18 minutos.
La oficina del alguacil de Parker informó que Cheyenne abandonó a la bebé dejando la llave abierta para atender a otra de sus hijas, de dos años.
Después de atender a la menor, la madre se distrajo en una conversación con su vecina por la red social Facebook, denuncian las autoridades, reportó Dallas News.