Todo, asienta la sabiduría popular en una de sus expresiones, es según el color del cristal con que se mira.
Hoy, esas palabras muestran su vigencia en la política, en el caso de la adhesión del ex foxista tamaulipeco Lino Korrodi a la campaña de Andrés Manuel López
Obrador a la Presidencia de la República, en donde el tabasqueño muestra que lo que es nocivo en su visión cuando lo hacen otras personas o grupos, en automático se vuelve ejemplar y digno de alabanza cuando es él quien lo pone en práctica.
¿Cuántas veces les ha dicho Andrés Manuel a los perredistas hasta de qué se van a morir por una probable alianza con Acción Nacional en el 2018?
Son incontables los señalamientos y exabruptos de “El Peje” contra el sol amarillo y negro por esa posibilidad. “Son traidores y no tienen memoria”, dice de sus ex compañeros partidistas.
Pero todo cambia cuando los virtuales enemigos buscan a MORENA. En automático la sola cercanía a esa corriente empieza a lavarles sus pecados y les arroja luz
sobre sus sombras. Quienes voltean hacia el PAN son desleales, pero quienes buscan a Regeneración Nacional “son arrepentidos que sufrieron una equivocación y merecen una segunda oportunidad”.
El “affaire” Korrodi parece surgir de un mundo bizarro, no por su valor sino por su perfil insólito, que obliga a levantar por lo menos una ceja.
¿No es acaso don Lino uno de los más claros ejemplos de traición a uno de sus amigos, como lo fue Vicente Fox?
Citaré sólo algunas de sus declaraciones vertidas en diferentes tiempos contra quien lo hizo el primer hombre en su confianza:
“Fox sólo defendía sus propios intereses y utilizó a Acción Nacional para llegar a la Presidencia…”
“A Vicente lo detestaban en el PAN. Luis H. Alvarez, Diego Fernández, Luis Felipe Bravo Mena, Carlos Castillo Peraza lo rechazaban. Juan de Dios Castro no lo
podía ver ni en pintura…”
“Fox es un bobo y traidor…”
“Siempre manejó la lana de la campaña en efectivo –cualquier parecido con la morenista Eva Cadena no parece coincidencia– y fue un gasto brutal el que trajimos de marketing porque a Fox le daba mucho por ahí…”
Uff.
Tal vez López Obrador debería recordar la vieja frase que apunta que quien traiciona una vez traicionará dos veces. O las que le sean necesarias.
Es obvio que nada ni nadie podrá garantizarle a Andrés Manuel la fidelidad de Korrodi y evidente es también que eso lo sabe el líder de MORENA, lo cual arroja dos escenarios, en la percepción de su servidor.
Uno de ellos, si fuera “El Peje” tan inocente de creerle a Luis, es que en cuanto el tamaulipeco se vea en peligro o no le cumplan sus caprichos, lo más probable es que también despotrique contra el tabasqueño como lo ha hecho con Fox.
Y el otro –el más seguro– es que si López Obrador prevé esa traición, Korrodi está siendo utilizado perversamente y está condenado a ser un peón de sacrificio en cuanto el eterno candidato presidencial obtenga lo que quiere.
Cualquiera que sea el balance, lo que queda claro es paradójicamente lo más oscuro: la forma inmoral en que se manejan los intereses políticos, en donde lo que importa es alcanzar el poder a toda costa, mientras los valores –entre ellos la lealtad– como dice la voz popular, “les viene wilson”…
Soledad
¿Qué está fallando en la Secretaría de Salud tamaulipeca?
La verdad, me niego a aceptar que la doctora Gloria Molina no tenga la preparación para enfrentar esa responsabilidad. Sus credenciales en ese terreno hacían esperar y siguen haciéndolo, que desempeñe un buen papel.
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